Rosamar y la ampliación de la Carrera Oficial

Arte Sacro. Una vez pasada la Semana Santa y ya con todos los balances realizados, tenemos que hablar de la intención de la delegada de Fiestas Mayores, Rosamar Prieto-Castro de ampliar la Carrera Oficial.

Esta ampliación será por la parte de la calle Fray Ceferino González y estaría formada por zonas de dos sillas con vallas y espacio para que el público allí congregado pueda ver “gratis” el paso de las Hermandades y Cofradías.

Desde la dirección de Arte Sacro se aplaude fervorosamente esta actitud de la delegada, pues entendemos que, tal y como ocurre en otras ciudades (caso de Málaga) tiene que haber un acceso para el público que, por motivos de movilidad, enfermedad o situación familiar/económica, no puedan gastarse el dinero que actualmente vale una silla, por supuesto con aforo limitado.

Que la Carrera Oficial es una de las principales fuentes de ingresos para nuestras hermandades es totalmente comprensible, pero también deben de entender nuestras corporaciones que dicho espacio vallado, cortado y casi inaccesible, también es una barrera infranqueable para el público en general que intenta tener una cierta movilidad por el centro de Sevilla.

Otro de los puntos de nuestra “Carrera Oficial” es que hay que tener una paciencia muy grande para soportar los accesos a los pasillos habilitados para el cruce de uno a otro lado de la carrera, para lo cual hay que estar en plenitud de forma física y, aún así, será toda una epopeya el llegar a tiempo al punto donde queríamos dirigirnos.

Este acceso para unas 4000 personas más, haría que las hermandades y cofradías entraran por la Puerta del Príncipe, situada en el lado catedralicio que da al Archivo de Indias y el proyecto comenzaría a estudiarse con la nueva Junta que salga de las elecciones al Consejo de Cofradías del próximo mes de junio.

Lo que está claro y evidente es que, lo que hay que atajar con urgencia, es el corte tipo “manifestación” que se produce en las calles por donde van a pasar las cofradías y desde bastante tiempo antes de que dicho cortejo llegue al punto concreto. La odisea de cruzar uno de estos puntos conflictivos “no reseñados por el CECOP”, se convierte en la mayoría de los casos en empujones, insultos y casi perdida de la integridad física, sobre todo en las esquinas entre diferentes calles, algo incívico y que cada vez se convierte en más habitual.

Foto: Francisco Santiago