Arte Sacro
  • Noticias de Sevilla en Tiempo de Pascua
  • viernes, 2 de mayo de 2025
  • faltan 331 días para el Domingo de Ramos

La Diputación ofrece en su página web una visita virtual guiada por la Iglesia de San Luis de los Franceses


Arte Sacro. La Diputación de Sevilla ofrece desde hace unos días en su página web( www.dipusevilla.es ) un nuevo servicio a los sevillanos. Se trata de un enlace que permite la realización de una visita virtual a la Iglesia de San Luis de los Franceses, construida entre los años 1699 y 1731, que forma parte del patrimonio artístico de la Institución Provincial. San Luis de los Franceses constituye la mejor representación del Barroco seicentista en Sevilla y es una de las obras más interesantes del Barroco en toda Europa.

La iglesia está ubicada en la que fuera casa de los señores Enríquez de Ribera o duques de Alcalá, en el terreno que fuera cedido gratuitamente por doña Lucía de Medina para la edificación de un noviciado a la Compañía de Jesús, con la única condición de que fuera consagrado a San Luis, rey de Francia y que ella fuese enterrada en la capilla mayor. Las obras fueron realizadas por el arquitecto Leonardo de Figueroa y en ellas colaboraron Antonio Matías de Figueroa y Diego Antonio Díaz (autor de los remates de las dos torres octogonales que flanquean la cúpula).

El gran acierto del artista fue crear un espacio arquitectónico capaz de sobrecoger a los fieles por su fastuosidad y su grandeza, donde la escultura, la pintura y la música se unen a la arquitectura en sí para conmover el corazón, no para convencer a la razón. El templo se inauguró en 1731 por el arzobispo D. Luis de Salcedo y está situado en la que fuera antigua calle Real de Sevilla, una de las arterias principales de la ciudad.

La visita

Siguiendo las instrucciones básicas del programa, el visitante virtual de San Luis, situado simbólicamente frente a la fachada, va a encontrarse frente a frente con la bicromía típica del Barroco sevillano: por un lado el color rojo del ladrillo avitolado, y, por el otro, el color gris de la piedra empleada en los elementos sustentantes y figuras decorativas. La abundante decoración lleva a considerar la fachada como ‘fachadaretablo’.

Dividida en cinco módulos, el central es el que cuenta con decoración más profusa y sobre el que se sitúa un frontón trilobulado que aloja las figuras de los tres arcángeles, con la misión simbólica de proteger el templo, mientras que en los extremos se sitúan dos torres octogonales, rematadas en campanarios, en las que se encuentran las figuras de los evangelistas.

En el atrio que sirve de sotocoro, encontramos pinturas de Domingo Martínez, realizadas en 1743, relativas a la apoteosis de San Ignacio de Loyola y al libro de los Ejercicios de la Orden de la Compañía de Jesús. Si iniciamos el recorrido hacia la derecha, encontramos el retablo de San Juan Francisco Regis, realizado por Pedro Duque Cornejo, con una Dolorosa atribuida al escultor granadino Pedro de Mena. A continuación, está el retablo de San Estanislao de Kostka, también de Duque Cornejo, con diversas pinturas relativas a la vida del santo. Seguidamente, está el retablo de San Francisco Javier, realizado por el escultor Juan de Hinestrosa.

El retablo mayor es obra de Pedro Duque Cornejo (1730) y constituye una joya del Barroco, dada la cantidad y calidad de los elementos que lo componen: madera tallada, lienzos, óleos sobre tabla, etc. En el frontal de la mesa del altar se encuentra, probablemente, la mejor colección de reliquias de España y, además, destacan especialmente dos lienzos del siglo XVII, situados a izquierda y derecha del retablo: Anunciación y Adoración de los Pastores.

A la izquierda del retablo mayor encontramos el retablo dedicado al santo fundador de la Compañía de Jesús, San Ignacio de Loyola, con esculturas de Duque Cornejo y ambientación escénica de Juan de Hinestrosa. El siguiente retablo es el de San Francisco de Borja, de Duque Cornejo, completado por pinturas que ayudan a comprender la vida del santo. En la parte superior se observa el escudo de armas del arzobispo Luis de Salcedo, mecenas de la iglesia. El último retablo es el de San Luis de Gonzaga, patrono de la juventud, realizado por Duque Cornejo en 1727.

Lo que más impresiona de San Luis es la enorme cúpula, símbolo de la gloria celestial, que parece elevarse sin límite hacia el infinito. Situada en el crucero, se levanta sobre un tambor circular con amplios ventanales para conseguir una mayor iluminación.

Está decorada con pinturas de Lucas Valdés, que representan figuras arquitectónicas, entre las que destacan distintos elementos de la religión judía.

En la base de la cúpula aparecen figuras acompañadas de cartelas en sus pies en las que se muestran las virtudes que deben acompañar al buen religioso para alcanzar el cielo. En la parte interior del tambor, aparecen las esculturas de San Agustín, Santo Domingo de Guzmán, el profeta Elías, San Pedro Nolasco, San Benito, San Francisco de Asís, San Juan de Mata y San Francisco de Paula. En la base del tambor se encuentra un sol, realizado en madera tallada, con el anagrama de la compañía de Jesús. La cúpula está rematada en forma de linterna y, en su parte exterior, cubierta con tejas de azulejería.

Para ver la visita virtual guiada pulsar aquí









Utilizamos cookies para realizar medición de la navegación de los usuarios. Si continuas navegando, consideramos que aceptas su uso.