La despedida de dos de mis Hermanos Mayores. Entrega I. Isabel Serrato Martín.
A Feliciano y a Conchi, por el camino trazado.
A Feliciano y a Loli, por el camino que han de trazar.
Este 2009, tan especial para la que escribe, se separan de la vara dorada dos de las personas más importantes en mi vida cofrade.
Empezaré a rendirle mi homenaje, a quien ya ha cedido el testigo y la responsabilidad de representar con el corazón a toda una hermandad, al igual que a una dulce advocación e imagen, de quien creo estar irremediablemente enamorada. Que yo quiera tantísimo como lo hago a Nuestra Señora del Pilar, chiquita de San Pedro, es porque lo aprendí de él, vi el amor que sentía él por Ella. Os hablo de Don Feliciano Foronda, quien ha cedido el testigo de ser hermano mayor del Pilar a su hijo, también buen amigo, Feliciano Foronda Robles.
Mi querido Feliciano padre, me enganchaste una cuaresma y prometo estar atada a tus enseñanzas toda una vida. Eres un libro abierto del que aprender, una persona a la que se le respeta por el inmenso respeto y educación que muestra frente al mundo. Callado cuando ha de callar y valiente cuando tiene que arrimar el hombro en cada tarea que Dios le manda. Han sido diez años que seguramente te habrán cambiado la vida. Clara y Millán, aún no correteaban por las naves del pensamiento, ni por el suelo de San Pedro y ya encauzabas los caminos de la Patrona de España. Ahora, tus nietos, seguirán el testigo de su abuelo, de la abuela, de sus titos, de su madre, de su padre, que no olvidan basar su educación en el ramaje más cristiano de cuantos exista. Te toca, Feliciano padre, apoyar a tu hijo, para terminar dejándolo volar sólo. Desde estas líneas tan sólo gracias, gracias porque diez años se escriben y dicen muy rápido, pero si hablamos de diez triduos a tu espalda, de diez salidas algunas entorpecidas por las lágrimas de San Pedro que no se resiste a dejar de llorar, diez Triduos, diez pregones, diez Funciones Principales, diez años presidiendo Cabildos Generales, diez años multiplicado por cada mes que hubiera un cabildo de oficiales, diez años de representaciones… diez años de ilusión, que es lo más bonito que tienes, la ilusión que en tus ojos y palabras nos transmites a la juventud. Gracias por todo. Por supuesto gracias a Conchi, tu esposa, que a veces, pensándolo lentamente, me doy cuenta que si tu has estado diez años de hermano mayor, ella, ha estado otros tantos. Porque en los Cabildos de Oficiales más reñidos, Ella, te daría el consejo necesario, para sacarlo adelante.
Feliciano, gracias por tu servicio a la Hermandad, y a las Hermandades de Sevilla. Gracias por reforzar mi sentir rociero, y gracias, mis humildes gracias, por contar conmigo en tu vida, gracias por guiarme con cada consejo.
"Sus ojos que están llenos de Amor, son el reflejo de su entrega por nosotros. Él, que fue Presentado ante Pilato, que sufre la humillación ante un malhechor, idolatrado hoy, que sólo Él y sus manos llenas de sevillanía y bondad, te brinden y te cuiden con todo el cariño que te mereces, y te guíen por el camino de su Presentación, de luz, amor y Esperanza. Nunca olvides que mi Señor me ha enseñado a quererte y así lo haré siempre. ¡Qué el amor de su mirada, mantenga nuestra amistad.”
Foto: Feliciano Foronda / Francisco Santiago.