El Alcalde de Sevilla impuso la Medalla de la Ciudad a la Virgen de la Caridad en su Soledad, creo. Juan Alberto García Acevedo.

Pocos minutos después de la hora prevista, las 20:00 horas, llegaba hasta la capilla del barrio del Arenal Alfredo Sánchez Monteseirín, Alcalde de Sevilla, que en esta ocasión  asistía puntual a la cita.

Situado frente a la puerta del templo, a su derecha se encontraba  la Delegada de Fiestas Mayores, Rosamar Prieto-Castro y a su izquierda el portavoz del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, todos ellos precedidos por los Maceros.

Frente a ellos, la Junta de Gobierno de la Hermandad del Baratillo, disponiéndose todos a escuchar las interpretaciones de los himnos de Andalucía en primer lugar, y tras él, el de España, los dos en versión íntegra.

Una vez finalizaron éstos, el hermano Mayor de la corporación del Miércoles Santo, José Ignacio Pérez Franco, acudía a recibir al Alcalde para posteriormente adentrarse todos ellos en la capilla donde la Virgen de la Caridad majestuosa, aguardaba para  serle impuesta la Medalla de la Ciudad por el primer edil hispalense. Y como diría cierta presentadora de programas de televisión, hasta aquí puedo leer, ya que al intentar entrar tanto a la compañera fotógrafa (del diario ABC, creo) como a mí, un hermano de la cofradía apostado en la puerta, nos impidió la entrada al acto, diciéndonos: “fotógrafos no, teníais que haber entrado ANTES por la puerta pequeña, ahora no pasais”.

Minutos ANTES del comienzo del acto, había preguntado a un miembro de junta si cabríamos todos, a la que me respondió que entrase pero después que lo hubiesen hecho el Alcalde y su séquito. Sin comentarios. Casi más lo siento por la compañera, no se si consiguió al fin pasar aunque lo dudo, por que ella además de haber perdido su tiempo, le impidieron realizar su trabajo con el que se procura el sustento familiar, cosa que afortunadamente, conmigo no ocurre.

Eso sí, no voy a contar que tras cuatro días festivos de descanso (los sábados no trabajo por las mañanas), en los que me recorrido unos cuantos kilómetros para intentar cubrir la mayoría de los actos previstos, actuaciones de bandas, besamanos, procesiones, etc, y tras haberme levantado a las ocho y media de la mañana y estar hasta las dos y pico de la tarde de acá para allá, lo que menos me apetecía era volver a salir, no obstante allí estuve para nada. Pero esto como he dicho, no lo voy a contar.

Por lo tanto lamentamos y pedimos disculpas a los lectores e internautas de este portal cofradiero, por no poder ofrecerles ni más datos ni fotos del acto, atendiendo a lo anteriormente expuesto, por causas totalmente ajenas a nuestra voluntad.

Fotos: Juan Alberto García Acevedo.