Llamamiento del arzobispo a "defender la vida siempre"

Arte Sacrto. "Defender la vida siempre" es el título de la carta semanal del arzobispo de Sevilla, mons. Juan José Asenjo, en la que denuncia las amenazas que se ciernen sobre la vida (el hambre, la violencia doméstica, accidentes de tráfico y laborales, "la tragedia del Sida" o las drogas), y destaca de forma especial "el drama del aborto, que a su gravedad intrínseca, por ser la eliminación voluntaria y querida de un ser humano a petición de sus progenitores, se une la tragedia de su aceptación sin pestañear por una parte de nuestros conciudadanos en nombre del progreso y de la libertad de la mujer", subraya.

Mons. Asenjo recuerda en su carta que el pasado 4 de marzo, el Boletín Oficial del Estado publicaba la llamada Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, "que en realidad -destaca el arzobispo- no es otra cosa que una liberalización total del aborto, considerado como un derecho de la mujer, mientras se conculcan los más elementales derechos del hijo que lleva en sus entrañas". Mons. Asenjo hace hincapié en el hecho de que "su carácter legal no le confiere el marchamo de moralidad, pues no todo lo que es legal es moral". "El aborto es siempre una inmoralidad, no es progreso sino regresión", recuerda.

25 de marzo, Jornada por la Vida

En esta línea anuncia la celebración de una jornada de la vida, que se celebrará el próximo 25 de marzo: "quiere ser una invitación a las comunidades cristianas a orar y proclamar el valor sagrado de toda vida humana desde su comienzo en la fecundación hasta su ocaso  natural. De la oración debe brotar un compromiso decidido para sustituir la cultura de la muerte por una cultura que acoja y promueva la vida".

El prelado hispalense reflexiona sobre el "modo excesivamente selectivo" en el que ha crecido últimamente la conciencia de la dignidad sagrada de la persona humana. Así, destaca el rechazo unánime que genera en la sociedad la tortura, la pena de muerte y la violencia contra las mujeres, entre otras situaciones denunciables, y pide que "vaya creciendo también nuestra conciencia de que la vida debe ser promovida, tutelada y defendida en todas sus fases". En este sentido, respalda y alienta a las instituciones, confesionales o no, "que promueven iniciativas a favor de la vida y que ayudan a las madres en circunstancias difíciles para que acojan generosamente el fruto de sus entrañas".

Finaliza la carta solicitando a los sacerdotes que en la eucaristía del día 25 hablen del don sagrado de la vida y que organicen actos especiales de oración con esta intención. Igualmente, ruega a los catequistas, profesores de Religión y responsables de grupos y movimientos apostólicos "que se impliquen en esta Jornada y que recuerden a todos que el derecho a la vida es el primer derecho fundamental".

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Foto: Juan Alberto García Acevedo.