Comienzan las obras de demolición para la ampliación del Maestranza. Inmaculada Sánchez. Diario de Sevilla.
Sevilla. El proceso por el que el Teatro de la Maestranza se transformará de un coliseo lírico en un auditorio en menos de una hora ha comenzado a fraguarse a pico y pala con los primeros derribos de las salas del Arenal, que anuncian el comienzo definitivo de la reforma de ampliación y reforma del espacio escénico.
Ayer los visitantes que acudían a las dependencias del coliseo del Arenal lo hacían provistos no con trajes de chaqueta y galas de estreno, sino con el casco y las botas de seguridad propias de las zonas de obra. Las antiguas salas del Arenal –aquéllas que acogieron la exposición conmemorativa de los primeros diez años del teatro, los ensayos del coro y poco más– han sido las primeras en someterse a las actuaciones de un proceso que tiene un periodo de ejecución de tres años.
"Cuando proyectábamos el teatro para la Exposición Universal de 1992, muchos se preguntaban si se llenaría en los siguientes años", rememora Aurelio del Pozo, arquitecto y padre de la criatura junto a Luis Marín. Y no sólo se vencieron los malos augurios, sino que diez años después ha sido necesaria la revisión de un edificio que se ha visto limitado en su apartado técnico. "No ha sido un problema de falta de previsión ni de mala programación, esto pasa hasta en las mejores casas", dice Del Pozo en referencia a las obras de ampliación que recientemente han acometido teatros como el Real de Madrid, el Liceo de Barcelona o la Scala de Milán. "Nuestro problema es que el teatro carecía de chácena, ese espacio que se ubica detrás del escenario y que permite que las escenografías aparezcan y desaparezcan del escenario para dar lugar a otros escenarios o espectáculos", explica.
Así, el escenario del Teatro de la Maestranza pasará de los 800 metros cuadrados que actualmente mide a más de 2.000, posibilitando de este modo que mientras que sobre las tablas se representa una ópera, en el background los tramoyistas puedan estar trabajando en la siguiente o acondicionando el espacio para un concierto o una producción de ballet. "El público no notará nada. La trascendencia de las obras se reflejará en la programación, donde se compatibilizará mejor toda clase de espectáculos sinfónicos, operísticos, dancísticos o meros recitales", indica la gerente Remedios Navarro.
A la espera de los resultados, lo que por el momento sí puede observarse desde el exterior del coliseo son los andamios y cubas instalados en torno a las galerías del Arenal, dependencias expositivas de las que la ciudad podía darse el lujo de prescindir y cuyo derrumbe está a cargo de la empresa Detecsa. El trabajo de destrucción se prolongará durante diez semanas. En primer lugar, se ha procedido a la independización de las zonas que quedarán en pie, después se trabajará con maquinaria pequeña y, por último, se introducirán las excavadoras y equipos de demolición. Concluida esta fase, se instalará una cubierta provisional para proteger la zona trasera del teatro, "que quedará convertida en un enorme boquete", explica muy ilustrativamente Aurelio del Pozo.
Una vez finalizada esta primera fase en el mes de octubre, las obras sufrirán un receso para reanudarse en el mes de enero de 2006, a fin de acometer la gran obra civil, mientras que las actuaciones sobre el escenario deberán esperar hasta el ejercicio de 2007. Todo el proceso de reforma y ampliación cuenta con un presupuesto de 10.300.000 euros.
Además de la construcción de la chácena, que permitirá la instalación de una gran maquinaria escénica propia de los teatros de mayor prestigio del mundo, las obras de ampliación servirán para la construcción de una sala de ensayos para la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, que tendrá en el Teatro de la Maestranza su casa oficial; otra para el Coro de Amigos del Teatro Maestranza, y una sala de ensayos de carácter multiusos.