Junto al Pescador. Fray Juan Dobado

La Peregrinación a Roma con la Hermandad de la Estrella ha sido una ocasión de "GRACIA" para todos los que nos hemos ido preparando para este encuentro con la ilusión de renovar nuestra fe junto al Vicario de Cristo. Los noventa hermanos hemos vivido con fe intensa esta oportunidad única.

La celebración de la Eucaristía en el altar de San José, en el crucero de la Basílica de San Pedro, junto al Baldaquino, nos afianzó aún más en la fe recibida de los Apóstoles.

Una fe que han vivido los santos de una manera de tal especial, como hemos recordado celebrando la Santa Misa en la Capilla de Santa Teresa de La Scala, en el Trastévere, que guarda la reliquia del pie de la que anduvo los caminos de Dios; o la celebración eucarística ante el Éxtasis de Santa Teresa en La Victoria, donde los carmelitas descalzos nos prepararon todo con verdadero cariño.

Todo tuvo su culminación en la Audiencia ante el Santo Padre, donde pudimos besar el anillo del Pescador, el sello de la fe en Cristo que Pedro selló con su sangre. Ante Benedicto XVI todo fue oración por la familia, por los hermanos de La Estrella y sus familias y por todos los carmelitas descalzos. Sin duda, un momento muy especial, grabado a fuego en nuestros corazones.