Provincia. Rosario de la Aurora Extraordinario de Madre de Dios de Belén Coronada, Patrona de Pilas

Víctor Mudarra Fuentes. El amanecer del pasado domingo 9 de Octubre vino acompañado del mejor de los regalos que cualquier pileño puede desear y es que la Santísima Virgen de Belén, nuestra Patrona, salió de su Ermita para presidir en loor de multitud el Rosario de la Aurora Extraordinario organizado con motivo del XV aniversario de su Coronación Canónica.  

Desde la noche anterior, los cohetes anunciaban el día grande, a muchos nos recordaron la noche del Sábado Santo, pues dándonos una vuelta por las calles del centro, ver el adorno de las mismas, el ambiente y el sonido de cohetes, parecía que se acercaba la mañana de Resurrección, pero no, era una amenecida muy distinta a la de nuestro Domingo de Carreritas, pero la protagonista volvió a ser Ella, nuestra Virgen de Belén Coronada, y así nos lo supo hacer ver durante las horas que duraron los actos del domingo. 

Eran las siete de la mañana y las campanas de la Ermita de Belén empezaron a llamar a los fieles, que poco a poco se fueron haciendo un hueco ante las puertas de la misma para acompañar a la Virgen. La Cruz de Guía de la Cofradía en el dintel de la puerta desde mucho antes de las siete y media, hora estipulada para el inicio del Santo Rosario, que comenzó en el interior del templo mientras avanzaba la Cruz de Guía y la representaciones de las Hermandades invitadas por el atrio y la Plaza de Belén una vez dadas las siete y media. 

El cortejo estuvo encabezado, como ya hemos indicado anteriormente, por la Cruz de Guía de la propia Cofradía de la Vera Cruz, escoltada por faroles, seguida de los guiones del Grupo Joven "Vera Cruz" y de la Coronación Canónica, escoltados por sus respectivas varas; a continuación la representación de las Adoracioness Nocturnas Masculinas y Femeninas con sus respectivas banderas y faroles, seguidas de las representaciones de las Hermandades y Asociaciones locales por orden de antigüedad, de esta forma iniciaba estas representaciones la Asociación Parroquial del Cristo del Amor, seguida de la Agrupación Parroquial de Jesús Cautivo, la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío, la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad y el propio estandarte de la Hermandad de Belén. 

Tras ello, las autoridades locales, señor Cura Párroco, señor Alcalde de Pilas y el Hermano Mayor de la Hermandad de Belén acompañado de los Hermanos Mayores y Vicepresidentes de las restantes Hermandades y Asociaciones de Pilas. 

Los acólitos con sus ciriales presidiendo el paso de la Santísima Virgen y los sones magistrales de la Agrupación Coral de Nuestra Señora del Rocío de nuestra localidad dirigida por D. Antonio Romero, siempre presente en los grandes acontecimientos acaecidos en nuestro pueblo, pusieron la nota musical en el acompañamiento del Rezo del Santo Rosario junto a la imagen de Nuestra Señora de Belén. 

Nuestra Señora de Belén aparece sobre su paso de Carreritas pero sin los varales ni el palio, dando una imagen totalmente distinta del conjunto, al que se le añadieron doce candeleros, dispuestos diez delante de la imagen y uno a cada lado de la misma. 

Delante de la pequeña candelería dispuesta ante la Señora, juegos de jarritas violeteras dispuestas tres a cada lado del conjunto, así como dos de mayor tamaño en los laterales del paso, que se completaba con la peana procesional de su paso de Jueves Santo, sobre la que aparecían dos guardabrisas pertenecientes al paso del Cristo de la Vera Cruz, que curiosamente hubiese estrenado en la calle el paso de Cristo este año, y que por cuestiones climatológicas por todos conocidas, el destino ha querido que sea la Santísima Virgen de Belén quien los estrenase en su salida extraordinaria. 

Detalles que nos gustan como el llamador en la delantera del paso, donde se abría la calle que daba a la imagen, como si de la disposición de un paso de palio se tratase, o del angelito sentado a los pies de la Virgen sobre la peana, portando el bastón de mando como Alcaldesa Perpetua de la Villa de Pilas. 

La Virgen aparecía espléndida, ataviada por las primorosas manos de José Antonio Grande de León, que sabe darle el empaque que caracteriza a nuestra Patrona y que tanto hace llegar al devoto que se postra ante Ella. 

Lucía la imagen antiguas prendas pertenecientes a su ajuar, concretamente saya bordada en oro sobre terciopelo burdeos de los talleres de Olmo de la primera década del siglo XX, manto de brocado cuya existencia ya se conocía también a inicios de siglo XX y que ya luciese la imagen en el estreno de la mencionada saya en dicha época. Llevaba la Virgen en su cintura prendido el fajín de capitán general, sobre sus hombros la toca de sobremanto bordada en oro sobre malla en la década de los ochenta por sus camaristas, su acostumbrado cetro de Reina y la muy característica y peculiar ráfaga de Gloria, rematada por esos ángeles que coronan a la Señora y que sin duda, imprime un sello único en la imagen de Nuestra Señora de Belén. 

Sobre sus sienes la presea de oro con la que fuese coronada, obra del taller del orfebre Antonio Santos, y diversas joyas de buena factura sobre su pecho y saya, así como sus tradicionales pendientes, la medalla de oro de la Coronación en la saya, la de la Hermandad en su pecho, echándose en falta la medalla de oro de Pilas que no la lució en esta ocasión, así como la media luna a sus pies, que tampoco la llevaba. 

El exorno floral exquisito, compuesto por rosas achampanadas, lisianthus blancos, astromelias blancas y en las esquinas unas varas de nardos rematando el conjunto. 

La Virgen pasó por la calle Obispo Jesús pudiendo visitar de esta forma a los ancianos residentes en la Residencia de Ancianos Cristo Rey. 

A su llegada a la Parroquia, una lluvia de pétalos recibió a la Virgen y entre los vivas y aplausos espontáneos, con los que los pileños rompieron el rezo del Rosario, mientras los instrumentos de la Agrupación Coral Nuestra Señora del Rocío, nos recordaba con sus acordes a la muy popular marcha "Pasan los Campanilleros" del maestro Farfán. 

La perspectiva que presentaba la calle Amelia de Vilallonga desde el porche de la Iglesia Parroquial era fantástica, una marea humana acompañaba a la Virgen, algo notorio y a tener en cuenta, pues Pilas supo acompañar en todo momento a su Patrona y conforme iban pasando las horas, daba gusto ver a los padres con sus niños pequeños a pesar de las tempranas horas, los abuelos, personas de todo tipo y toda índole acompañando a su Virgen de Belén por las calles de su pueblo.

Tras el paso de la Virgen por calles inusuales destacamos el tránsito por la calle Miguel Hernández. En este último tramo del recorrido, la imagen de la Santísima Virgen hizo una especial visita  a uno de los Simpecados de la Hermandad del Rocío de Pilas conocido como el de los Hermanos Mayores. Esto se debió a que en la mencionada calle se sitúa la casa particular donde los Hermanos Mayores de la Romería del Rocío del próximo año tienen habilitada la Capilla del Simpecado al que se rinde culto público.

Ante esta casa y con las andas de la Virgen de Belén enfrentadas ante la ventana de la habitación donde se levanta la Capilla efímera del Simpecado, se rezó la Salve y se escucharon los vivas a las Vírgenes de Belén y del Rocío, incluso una sevillana dedicada a nuestra Patrona mientras que jóvenes tiraban pétalos de flores al paso de la Virgen.

Pasadas las diez de la mañana, en torno a las diez y cuarto hacía su entrada la Santísima Virgen de Belén, tras el rezo de la Salve, los vivas y aplausos de los numerosos fieles y devotos que acompañaron a la imagen durante todo el recorrido. 

Se hizo realidad la letra del popular canto a la Virgen de Belén  "Aquí estamos a tus plantas, Virgen Santa de Belén, a cantar tu Gloria santa, una y mil veces Amén", cántico que la tradición popular ha sabido conservar de generación en generación y que fue cantado a la Señora varias veces durante el recorrido, siendo bajo la letra de este canción, donde el numeroso público que se congregaba a las puertas de la Ermita despidió a la Señora mientras traspasaba el dintel de la misma.

Cuando ya las andas de la Virgen se depositaron en el presbiterio de la Ermita, se dio paso a la finalización del Santo Rosario y a la posterior celebración de la Eucaristía. Empezaba así el primer día del Solemne Triduo conmemorativo de la Coronación Canónica de Nuestra Señora de Belén que se celebra de forma anual cada mes de Octubre, y que la Hermandad hizo coincidir la celebración de la Santa Misa e inicio de este Triduo tras la llegada de la Señora a la Ermita tras el Rezo del Santo Rosario. 

Fotografías: Juan Jesús Mudarra,  Juan Manuel Real y Rafael Romero.