De la Esperanza de Triana. Paco Márquez

No sabía muy bien qué querías decirme. Ahora lo comprendo todo. Tú, con tu especial manera de expresar la grandeza, el señorío y la elegancia, elegiste un modo extraño para hablar conmigo.

Sumido en la tristeza y en la desesperanza, fui a buscarte tal día como hoy hace un año. Encontré consuelo en tu mirada y alegría en tus manos, ofrecidas elegantemente, dispuestas a hacer posible todo lo que pidiéramos. Casi un año me hiciste esperar, pero finalmente...por tu nombre y en tu nombre me has concedido el favor.

Nunca pensé que ante tí elevara una plegaria como aquélla, que salió sola del pecho, y por los labios te ofrendé a través de un beso. Tú, que conoces los designios del Señor, sabías que por tu Mediación alcanzaría lo soñado. Por tí, ahora puedo afirmar que la vida tiene sentido cuando se encuentran caminos como el que tú ahora me ofreces, en el cual te pido perseverancia. Tú, que lo has hecho posible, mantén encendida esta llama, que tiene un nombre que solo tú y yo sabemos pronunciar. Gracias. Ahora ya sé cómo viene, como llega a tu vida para quedarse definitivamente, moreno resplandor y locura inmarcesible, la Esperanza de Triana. Fdo. Paco Márquez.

Foto: Juan Alberto Garcia Acevedo