Opinión. Sicarios… ¿de Dios? Francisco Santiago
Como está el patio (de vecinos), la crisis que nos azota también afecta sobremanera a las juntas de gobierno de las hermandades, las cuales tienen que acudir a “sicarios de poca monta disfrazados de acolitos” para criticar, vejar o dar a conocer sus pataletas con algún opositor para hacer ver (de forma barriobajera) quien es el que manda.
Da igual que la hermandad sea “de cola o capa”, del “Viernes o Martes Santo” o cualquier otro día (qué más da) o que pueda tener un patrimonio artístico incalculable…
Cuando el patrimonio “humano” que en numeros compone la Hermandad es “ínfimo en valores”, como son los sicarios hermanos que hacen los trabajos sucios vía “redes sociales”, la mierda ya está servida y los comensales disfrutándola en los despachos.
Y ese tufo se expande sobremanera por todos los estamentos de la ciudad de Sevilla, algunos reaccionan a tiempo, pero otros, se han quedado dormidos en un misticismo repugnante, cuando sabes que después de “rezar y meditar”, el siguiente paso es seguir apuñalando al que ya hicieron caer o intentar tumbar al mensajero (lease prensa).
Cada vez estoy más integrado en mi religiosidad, donde los valores van dejando de tener rostro humano y se van entronizando en los “orígenes”. Tengo la certeza de que Dios cada vez está menos presente en nuestras Cofradías y quizás por eso, mande plagas en forma de “chubascos dispersos” cada vez con más asiduidad.
Insultos e intentos de vejaciones por internet, broncas monumentales entre distintos colectivos y juntas de gobierno, los estamentos relativos a la religión hispalente enfrascados en luchas internas y sin posibilidad de remedio.
Como alguien no pare esto, volveremos a los tiempos de las Cruzadas, pero ahora a la caza del “consejero”, del “hermano que no comulga con la junta”, del “cura que no está de acuerdo con los pastores”... O peor aún, terminaremos idolatrando todos a una estatua de barro con cara “televisiva o mediática” o a cualquiera que, por los medios que hagan falta, arruinará a sus “hermanos” con tal de llegar al poder o mantenerse en él…
Ese poder, que nada tiene que ver con el que está en San Lorenzo y sí con la “Kale Barroka”, es el que día a día se fomenta y acrecienta en nuestras supuestas “hermandades”, que no Cofradías, que hay que saber diferenciar, al igual que de las "sectas".
¡¡¡Así nos va!!!
Foto: película "El Mundo es Nuestro"