Y parecías dormido... Francisco Santiago
Era una tarde recia, como vienen siendo últimamente todas las tardes sevillanas. la noche se avecinaba y mi agenda se completaba visitándote antes de la vigilia.
Y allí estabas esperándome, unos lamentos judaicos eran la banda sonora y tú, parecías dormir ante aquella nana en forma de banda sonora.
No quise despertarte; tu dulzura se hacía patente entre las luces que alumbraban esa ficticia muerte. ¿Ficticia? ¿Real?
Me confortaste, como siempre haces. Compartiste esos minutos que parecieron semanas, breve espacio temporal que llena de sensaciones al corazón.
Estuve contigo, pero eso no fue lo mejor. Lo mejor es que TÚ estuviste conmigo. Gracias
Fotos: Francisco Santiago