Vida, mucha vida. Francisco Santiago.

Es lo que tienen los barrios, que se sustentan en multitud de ocasiones de la savia nueva que está faltando en el centro histórico, hijos de cofrades, de religiosos pero todos con un denominador común: juventud y vida, mucha vida.

El domingo pudimos ver parte de esta vida a la que nos referimos en la procesión de la Virgen de la Medalla Milagrosa, que partió desde la parroquia de Ntra. Sra. de las Flores y San Eugenio para entrar en su sede del Colegio y Casa de las Hijas de la Caridad.

Muchos de los niños que acompañaban el cortejo eran jovenes escolares de La Milagrosa, que no solo comparten educación en este centro, sino devoción y tradición que en el futuro se verá reflejada en túnicas de nazareno, costales e instrumentos musicales.

Es la nueva escuela concertada en la religión, la que muchos padres queremos para nuestros hijos, simplemente porque queremos lo mejor para ellos, con libertad, sin libertinaje.

Fotos: Francisco Santiago.