Mercedes Gonzalo pronunció un bello canto de amor a la Pastora de Santa Marina
Arte Sacro. La Capilla de la Divina Pastora de la calle Amparo se preparaba para vivir el comienzo de unos días que serán inolvidables en el seno de esta hermandad letífica. En la noche de ayer se celebraba la quinta edición del Pregón de la Juventud de la Divina Pastora y Santa Marina, y que en esta ocasión estuvo a cargo de Mercedes del Rocío Gonzalo Moya, primera mujer que realiza esta disertación.
El acto comenzó a las nueve de la noche con la presentación de la oradora, que fue realizada por quien fuera pregonero hace dos años, Francisco Javier Segura Márquez, y que tubo que improvisar sus palabras ante la ausencia del pregonero del pasado año, Jesús M. Rocha, que era quien tenía que haber realizado la presentación.
Gonzalo Moya llegó emocionada al atril, haciendo un hermoso recorrido por sus vivencias marianas en torno a esta advocación genuinamente sevillana. Recordó su infancia en el Colegio de las Calasancias, donde halló la primera imagen de la Divina Pastora que vio en su vida, uniendo aquel recuerdo con el presente, para así llevarnos de la mano para hacer un paseo hispalense por esta centenaria devoción.
Rotundos y sinceros fueron todos y cada uno de los versos que recitó, en especial los que dedicó a la fidelidad de esta ciudad hacia la Madre de Dios cuando dijo "duerme tranquila, Pastora / que Sevilla siempre vela". Sin duda alguna, fue una memorable exaltación escrito desde la dulzura de esta muchacha de tan sólo dieciocho años de edad, demostrando saber expresar con palabras sentimientos que únicamente entiende el corazón.
Todos los párrafos de su disertación estaban perfecta y cuidadamente equilibrados, guardando una pura, verdadera y perfecta armonía, y prueba de ello fueron las sinceras y claras ovaciones que interrumpieron su sentido discurso hasta en cinco ocasiones.
Poco a poco, este acto va tomando mayor relevancia, y prueba de ello fue la acertada elección de Mercedes Gonzalo para ser la primera mujer que subiese al atril de la capilla de la calle Amparo, viéndose respaldada por la presencia, además del ya citado Francisco Javier Segura, de Juan Manuel Labrador y Alberto Ramírez, pregoneros de 2001 y 2002, respectivamente.
A la finalización del acto, Andrés Martín, hermano mayor, entregó a la pregonera un hermoso recuerdo de su disertación, así como un ramo de flores que Mercedes Gonzalo ofreció, posteriormente y en privado, a la Divina Pastora de las Almas.
Fotos: José Antonio Rodríguez Muñoz-Reja