Provincia. La A. P. del Rosario de Santiago de Alcalá de Guadaíra ha celebrado su fiesta principal

Fran Granado. El domingo día 4, la Agrupación parroquial de la Divina Misericordia, Nuestra Señora la Virgen del Rosario y Patriarca Bendito Señor San José, celebró su día grande, ya que por la mañana tuvo lugar la Función Principal de Instituto y por la tarde la salida Procesional de su Titular más antigua y que dio origen a la actual Agrupación, Nuestra Señora la Virgen del Rosario, secular advocación que existió como Corporación de Rosario Público (la primera referencia documental a la Cofradía del Rosario de Santiago data de 1579), y que cuenta con una bella y expresiva Imagen mariana de la Santísima Virgen, obra del imaginero alcalareño Manuel Pineda Calderón, realizada en 1944 para sustituir a la destruida en el incendio que asoló el grandioso templo parroquial de Santiago el Mayor, en julio de 1936.

Esta festividad ha estado precedida por la Novena que comenzó el día 29 de septiembre, Día de Los Arcángeles, y terminó ayer 7 de octubre, día de la Festividad Litúrgica de la Virgen del Rosario, celebrándose misa durante estos nueve días en el Altar Mayor. En el centro de sus Cultos, ha resaltado corporativamente el Triduo en honor de la Señora, Reina de Octubre, mes del Rosario por excelencia, en el que ocupó la Sagrada Cátedra el Padre Trinitario Manuel Ángel Cano Muñoz, coadjutor de la Parroquia de Santiago. El primer día de triduo, el Cura Párroco de Santiago, el Rvdo. Padre Manuel María Roldán Roses bendijo el nuevo estandarte corporativo de la Agrupación Parroquial.

El día 4 de octubre, la Imagen de la Virgen aparecía para la Función ya colocada en su paso procesional, elegantemente ataviada con saya y manto blancos, (bordada en oro sobre tejido de tisú de plata la primera), y con una toca de tul con adornos dorados sobre su cabeza. El adorno floral se componía a base de gladiolos, lilium y otras flores blancas en su mayoría, entre las que destacaban algunas rosas de tonalidad levemente sonrosada, agrupadas en centros. Destacaban las cuatro esquinas laterales y dos jarras laterales. En los arbotantes delanteros de la bella peana, dos angelotes bellísimos y de mérito, mientras que a los pies de la Señora la media luna, formando un bello y espectacular conjunto.

LA FUNCIÓN PRINCIPAL DE INSTITUTO

El celebrante de la Eucaristía en la Solemne Función Principal de Instituto era el Padre Manuel María Roldán Roses, presbítero y párroco de Santiago el Mayor, a la sazón presidente de la Agrupación Parroquial.

A la Función Principal, en un templo lleno de feligreses, asistió una nutrida representación del Consejo de Hermandades, con su presidente a la cabeza, archicofradías, hermandades, agrupaciones parroquiales y asociaciones de fieles del arciprestazgo, así como el Consejo Pastoral y los agentes pastorales de la parroquia de Santiago.

La celebración que cuidó hasta el último detalle, desde el punto de vista litúrgico, estuvo resaltada por los bellísimos y angelicales cantos que interpretó Aurora Díaz, genial solista de la Coral Polifónica de la Hermandad de Jesús Nazareno, magníficamente acompañada al órgano por José Manuel Iglesias.

En su homilía de la Eucaristía de Envío apostólico por parte de la Iglesia, comenzó el Padre Manuel María deseando Paz y Bien, pues en este día se celebraba la Solemnidad de San Francisco de Asís. Resaltó el Amor de Dios, que es el que nos impulsa a ser y sentirnos una comunidad que tiene una misión que cumplir en la Iglesia y en el mundo: testimoniar a Jesucristo y la buena noticia que él predica, con su Palabra, con sus gestos y con su vida. Recordó la encomienda de nuestro Pastor, nuestro Arzobispo Juan José, para que nuestra Iglesia sea casa de la Misericordia. Para ello la parroquia tiene que ser también casa de la misericordia, del perdón, de la vida y del amor, practicando las obras de misericordia: corporales y espirituales.  Todos estamos llamados a testimoniar el rostro misericordioso de Dios.

Como viene ocurriendo desde hace diez años, llamados y reunidos los agentes de pastoral, en semicírculo ante el altar, expresaron su compromiso y, uno a uno, fueron recibiendo del párroco una medalla que les recuerda su misión evangelizadora en este año de la misericordia que pronto comenzará.

Se finalizó la Función con el bello canto “Salve Regina”.

LA PROCESIÓN

La procesión, que dio comienzo a las 18:30, avanzó por las amplias naves del templo parroquial para realizar estación en la Capilla del Sagrario, ante las Imágenes de Nuestro Padre Jesús Nazareno, María Santísima del Socorro, y San Juan Evangelista, a los sones de la tradicional marcha “Jesús en el Calvario” tocada magistralmente por la banda de Nuestra Señora del Águila. 

La Hermandad, como acostumbra, hizo una ofrenda floral a la Virgen del Rosario.La comitiva estaba compuesta por la bellísima y original Cruz alzada, que lleva el Calvario, ya que cuenta con pequeñas imágenes de la Dolorosa y San Juan al pie del Crucificado, todo ello resaltado por los dorados en oro fino de la talla, y los dos faroles, igualmente en madera tallada y dorada. Seguían las filas de hermanos con cirios, el Estandarte, que se estrenaba, obra del bordador local D. Antonio Araujo Luna, luciendo el significativo escudo de la Agrupación, que ocupa gran parte de dicha insignia, y la presidencia, con el Sr. Cura Párroco-Presidente, antecediendo a los ciriales, en número de cuatro; bellas piezas también de madera tallada y dorada, que combinan la orfebrería en los mecheros y platos que recogen la cera.

Y el paso, recogido, pero de altos candelabros de guardabrisas que iluminan a la Santísima Virgen y a su Divino Hijo, y que llevan colgando entre sus brazos campanitas que producen un bello y acompasado sonido con el movimiento propio de los costaleros. Tras la salida, entre el bullicio de las campanas de la torre parroquial, la más alta y bella de la ciudad, enfiló la calle Santiago, para llegar por Orellana a Isidoro Díaz y Fernández Gutiérrez hacia la calle Corachas. Justo antes de llegar a esta última, comenzó un inesperado e inoportuno chaparrón, que hizo que la Agrupación decidiera volver a su templo, dada la cercanía, arreciando la lluvia en este tramo. Una vez dentro, el pueblo entonó espontáneamente el popular canto mariano “Salve Madre”. Al pasar por el altar de la Titular dolorosa, Nuestra Señora de la Trinidad, la Banda tocó la pieza “Alma de la trinidad”, mientras el paso era vuelto hacia Ella.

Una vez posado en su lugar, y dado que no se había podido completar por este año la Procesión, el Sr. Cura párroco pidió a los hermanos que con sus cirios, en torno al Paso formaran como Guardia de Honor, lo que hicieron mientras se rezaba el Santo Rosario.

FESTIVIDAD LITÚRGICA DE LA VIRGEN DEL ROSARIO

El día 7 de octubre, con la Festividad Litúrgica de la Virgen del Rosario, en cuyo honor se celebró Misa Solemne tras el rezo del Santo Rosario, terminó la Novena con la oración que se había rezado durante estos nueve días:

Querida Madre y Reina del Rosario, tú has aceptado y acogido en tu corazón la Palabra de Dios y te has entregado a ella con tal disponibilidad que le has dado vida y tu propia vida. Edúcanos a nosotros, tus hijos, en este espíritu de filialidad heroica para así entregarnos a los planes de la Divina Providencia. Enséñanos a contemplar con tu mirada los Misterios de tu Hijo Jesús en nuestra propia vida; y a que los sepamos aceptar con filial confianza, firme esperanza y ardiente caridad. Tú, que estás coronada de gloria en el seno de la Trinidad Santísima, condúcenos a Ella como hijos dóciles y confiados en la voluntad del Padre y en la fuerza del Espíritu Santo. Amén.

Y finalmente, la Asamblea entonó el popular “Salve Madre”, con la mirada posada en la dulce sonrisa de la Virgen del Rosario que presidía el Altar Mayor.

Redacción y fotos: Juan Jorge García y Paco Burgos