El IAPH restaura el Nazareno del Dulce Nombre de Archidona (Málaga)

Arte Sacro. La consejera de Cultura, Rosa Torres, entregó ayer la imagen del Nazareno de la Hermandad del Dulce Nombre de Jesús de la localidad malagueña de Archidona, así como la primitiva peana procesional de la misma, una vez concluida la restauración a la que ambas obras han sido sometidas en los talleres del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) situados en la Isla de la Cartuja de Sevilla.

El Nazareno del Dulce Nombre es una talla de gran valor artístico atribuida al círculo granadino de Pedro de Mena y ejecutada en madera en torno a 1676. La imagen de 160 centímetros de altura representa a Jesús portando la cruz y muestra como dato significativo un expositor de orfebrería alojado en el pecho y empleado por última vez en 1997.

Esta escultura ya había sido objeto de diversas restauraciones y modificaciones anteriores, entre ellas la llevada a cabo en 1975, que alteraron gravemente su fisonomía. A ello se sumaba el precario estado de conservación general que presentaba la efigie de Cristo mostrando como daño principal una gran fisura en el pie izquierdo provocada por una deficiente técnica de ensamblaje, por las tensiones soportadas debido a la inclinación del torso y por el propio carácter procesional de la imagen.

La intervención de la obra en los talleres del IAPH comenzaba el pasado mes de julio con la retirada de los tirantes de hierro que sujetaban el Nazareno a la peana y la tela que se encontraba adherida al torso lo que permitió que apareciese el cuerpo original gravemente dañado por ataque de xilógrafos y añadidos posteriores de elementos metálicos y piezas postizas.

 Tras aplicar un tratamiento preventivo y curativo a la madera se consolidó estructuralmente el soporte y se reforzaron los ensambles de las piernas al torso y los de los pies colocando nuevas espigas. También se fortaleció la unión de la cabeza al busto que mostraba una precaria sujeción. Finalmente se realizó una nueva peana de fijación de la obra, así como unos brazos con articulaciones en hombros y codos que permitirán un mayor movimiento que los anteriores.

Además, la talla del Nazareno presentaba varias capas de policromía tanto en el rostro como en las manos y pies que fueron eliminadas recuperándose la encarnadura original.

Por último, a la imagen se le añadieron, como prevención, dos nuevos tirantes de acero inoxidable y se reemplazaron los sistemas de anclaje de la cruz, las potencias y el viril por otros nuevos.

En cuanto a la restauración de la antigua peana procesional del Nazareno el tratamiento ha sido muy similar y ha consistido, en términos generales, en la eliminación de los elementos metálicos que la dañaban, la protección de la madera, la reposición de estucos y la reintegración cromática del conjunto.

Fotos: Arte Sacro.