Provincia. La procesión del Cristo del Socorro de Aznalcázar, una procesión singular que se aleja de lo extraordinario

Eduardo Fdez. López. En medio de tantas salidas extraordinarias por distintos motivos en las que estamos inmersos, en la localidad sevillana de Aznalcázar nos encontramos con una procesión que se aleja de ello, la procesión del Cristo del Socorro.

Cada último domingo de octubre, cuando el calendario otoñal estrena sus tardes mas cortas en la localidad sevillana de Aznalcázar nos encontramos con la procesión del venerado Cristo del Socorro.

Con ella finalizan las fiestas que la localidad celebra en su honor. El Cristo del Socorro es una imagen antigua de Jesús con la cruz a cuestas, aunque la porta en el lado contrario que el resto de los nazarenos y es el alcalde perpetuo de la villa.

No pertenece a ninguna hermandad, se puede decir que es una devoción de todo el pueblo que es el que se moviliza para sacar dinero para pagar los cultos, la banda y el mantenimiento de la capilla durante todo el año.

Su procesión en el mes de octubre viene por una antigua tradición de rogativas contra el cólera, enfermedad que nunca estuvo en Aznalcázar.

El domingo comenzó bien temprano con el rosario de la aurora presidido por la Virgen de la Soledad, al mediodía se celebró la misa solemne como culminación del quinario y por la tarde, a las siete, comenzó la procesión de la imagen por las calles de su pueblo.

Muchísimas personas acompañaron al Nazareno tanto con una vela formando parte del cortejo como detrás del paso de promesa.

La agrupación musical de Ntro. Padre Jesús de la Salud, de la Hermandad de Los Gitanos de Sevilla, fue la encargada de acompañar al Nazareno.

Marchas clásicas tras este nazareno en una procesión que se aleja de lo extraordinario y que cada año al finalizar octubre celebra el pueblo de Aznalcázar, localidad con imágenes pasionistas pero que curiosamente sólo una procesiona todos los años en la propia Semana Mayor.

Les mostramos algunas fotografías del Cristo del Socorro en su procesión.

Fotos: Eduardo Fdez. López.