Los Cruz Solís revisarán el estado del Cristo de la Buena Muerte. Carlos Navarro Antolín. Diario de Sevilla.
La junta de gobierno de la Hermandad de los Estudiantes, que preside Antonio Gutiérrez de la Peña como hermano mayor, ha solicitado a los restauradores Joaquín y Raimundo Cruz Solís que supervisen el actual estado de conservación del Cristo de la Buena Muerte, titular de la cofradía de la Universidad. La corporación quiere aprovechar la bajada de la venerada talla para el besapiés –anterior a la subida al paso de salida– para que los prestigiosos restauradores afincados en Madrid realicen una inspección ocular de la imagen.
Gutiérrez de la Peña explicó ayer a este periódico que la invitación cursada a los hermanos Cruz Solís no responde a ninguna "alarma" ni a ninguna "inquietud especial" por el estado de conservación del crucificado de Juan de Mesa (1620): "Se trata de una inspección rutinaria que consideramos necesaria porque no se lleva a cabo hace ya varios años".
El Cristo de la Buena Muerte salió por primera vez en Semana Santa el Martes Santo de 1926. Durante un traslado a la Catedral con motivo de los cultos en el año 1983, el crucificado sufrió el desprendimiento de la cabeza. El profesor Francisco Arquillo Torres se hizo cargo de la restauración que, además, sirvió para hallar en el interior de la imagen el certificado de su autoría y la datación.
Los hermanos Cruz Solís encontraron otro documento al dirigir las tareas de consolidación de la imagen en 1985. Este nuevo hallazgo demostró que la imagen se terminó el 8 de septiembre de 1620. Entre el 1 de junio de 1994 y el 9 de marzo de 1995, la imagen fue intervenida de nuevo en el Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, dependiente del Ministerio de Cultura, con sede en Madrid.
Precisamente ahora, después de más de 15 años de aquella intervención en la capital de España –que fue satisfactoriamente acogida por los hermanos– la actual junta de gobierno considera oportuno realizar una revisión.
Los hermanos Cruz Solís viajan frecuentemente a Sevilla invitados por hermandades que solicitan sus servicios. El pasado año, por ejemplo, ambos restauradores estuvieron examinado ocularmente al Señor del Gran Poder. Fruto de aquella visita redactaron un informe que supone una de los dos opciones de intervención de la imagen, puesto que la otra es el informe de más 100 páginas realizado por los técnicos del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico de Andalucía (IAPH).
También el año pasado inspeccionaron el crucificado del Cachorro, hermandad a la que están íntimamente ligados después de la importante restauración que le practicaron al Cristo. Otra hermandad a la que se vincularon estrechamente fue la de Pasión, cuyo Señor restauraron en los talleres del IAPH de la Cartuja por medio de un convenio firmado especialmente para la ocasión con dicho organismo.
El fin de semana del Pregón, los Cruz Solís inspeccionarán el Cristo de la Buena Muerte. Una visita "rutinaria", pero necesaria para velar por la correcta conservación de una de las principales imágenes de la Semana Santa sevillana.
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