"Gaudeamus igitur", la alegría de un Pregón Universitario

Juan Manuel Labrador. Un año más volvió a cumplirse el rito. Un joven estudiante de la Universidad de Sevilla subía a la cátedra del Paraninfo para proclamar la verdad de la fe, y hablar de Dios a toda la comunidad universitaria de la urbe hispalense. Julio Cuesta Pérez-Rivero emocionó con su Pregón Universitario, cautivando el corazón de todos los allí presentes con sus sentidas palabras, auténtica manifestación del amor a nuestro Señor, y que desde pequeño ha aprendido de sus padres.

El acto, que tuvo que comenzar a las nueve menos veinte de la noche, diez minutos después sobre la hora prevista debido a la cantidad de personas que asistieron, y que tuvieron que ser desplazadas a otra sala para que, a través de pantallas, pudiesen seguir igualmente el pregón, estuvo muy concurrido, quizás sea uno de los que haya tenido más público en los últimos años.

Tras la presentación del pregonero, realizada por el hermano mayor de los Estudiantes, Antonio Gutiérrez de la Peña, Julio Cuesta llegaba a la cátedra, haciendo un recorruido por su vida, de tal modo que todo el mundo pudiese sentirse identificado con él, al haber tenido en la infancia similares vivencias. Recordó aquellas mañanas de Domingos de Ramos en las que sus padres le llevaban, a él y a sus hermanos, a la Catedral para participar "en la primera procesión de la Semana Santa", la de las palmas que organiza la hermandad sacramental del Sagrario.

Haciendo un uso sublime y majestuoso del verso -se nota que por sus venas corre sangre de poeta, puesto que su madre es Carmen Pérez Rivero, gran poetisa donde las haya-, el pregonero se adentró en la Semana Santa más verdadera que vive el cofrade sevillano, teniéndose que destacar el canto a las madres, donde enlazó las numerosas advocaciones con las que se venera a la Virgen en Sevilla, así como sus rezos emocionados a las dos Esperanzas, diciéndole a la de Triana que "mi alma proclama tu grandeza", mientras que a la Macarena le decía que le cantasen "los ruiseñores". En todo momento, Julio Cuesta transmitió el mensaje de un joven cristiano comprometido con su iglesia, no defraudando en absoluto, y superando con creces inimaginables las expectativas que había en torno a su disertación. Gran pregón tanto en contenido, que es lo fundamental, como en la forma, dejando ver siempre que "Dios existe, yo lo sé", habiéndose que destacar el fragmento dedicado al Gran Poder, imagen con la que un norteamericano agnóstico pudo alcanzar la fe, así como el canto a la Caridad, aludiendo a su Virgen baratillera.

Canto a Dios y a su Madre detado de valentía. Poca gente joven se atreve a decir lo que dijo ayer Cuesta en el Paraninfo de la Universidad, señalando rotundamente que Cristo también habita en la Universidad, tomando el himno de la misma, "Gaudeamus igitur", para hacer ver la alegría que debe sentir el alma del cristiano universitario. Sin duda, todos los que tuvieron la oportunidad de asistir, acudieron a un gran pregón, siendo tremendamente impresionante la fuerza devocional y verbal que puede llegar a tener un joven de 21 años como él.

Muchos asistentes

Entre los diversos invitados al pregón, cabe destacar que ha sido uno de los pregones universitarios a los que ha asistido más antiguos pregoneros, entre los que citamos a Rafael Peralta Revuelta, Lutgardo García, Carlos Rodríguez, Juan Antonio Coveñas, Juan Moya Gómez, Antonio Pretel de Pablos, Eduardo Caruz Arcos, Jesús Rodríguez de Moya, Emilio Jiménez Núñez, Carlos García Campuzano, Francisco Vázquez Perea, Guillermo Mira Abaurrea, Ignacio Camacho, Francisco Yoldi, Feliciano Fernández y Juan Moya Sanabria. Por parte del Consejo General, asistieron numerosos representantes, encabezados por su presidente, Manuel Román Silva, y así destacamos a Eduardo del Rey, Alfonso de Julios, Engelberto Salazar, Juan Carlos Heras, José Roda, José María Cordón y Bibiano Torres. Finalmente, el acto fue presidido por la Vicerrectora de Relaciones Institucionales y Extensión Cultural, Mari Cruz Arcos, y estuvieron presentes también Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp pregonero de la próxima Semana Santa, los hermanos mayores de las hermandades del pregonero, Ignacio Pérez Franco -Baratillo-, Enrique Esquivias -Gran Poder- y Antonio Rodríguez -Silencio-.

Ha de insistirse, una y otra vez, en la idea de que fue un gran pregón, y que lo fue por hablar con tanta sinceridad de Dios y de su bendita Madre, por un forma, y por la devoción que derramaba de sus labios Julio Cuesta Pérez-Rivero, quien en la noche de ayer, sentó cátedra entre los universitarios de Sevilla.

Fotos: Juan Manuel Labrador