En enero ya empiezan a inquietarse los cofrades. Manuel Enríquez Becerra

Después de celebrarse la Fiesta de La Epifanía con la adoración de Los Magos al Niño Dios.

Ahora viene la cuesta de enero, y todo el mundo se apunta a un gimnasio para perder esos kilos, que hemos cogido de más.

En enero ya empiezan a inquietarse, el mundillo cofrade, con actos de quinarios, septenarios, novenas, y triduos a los cristos y virgenes titulares de cada cofradía que no hayan hecho los cultos durante el año pasado, hasta ahora, que llega la pre Cuaresma de 2020.

Es un mes de pre Cuaresma, y después de tanta fiesta como ha habido en Navidad no es un mes tranquilo en las cosas de la iglesia católica, ni tampoco en el mundo cofrade.

Ya se van prodigando los Vía-Crucis en este tiempo pre cuaresmal, hasta que entremos en Cuaresma, que es cuando más existen.

Los cofrades se reúnen semanalmente cómo viene siendo habitual en cada hermandad y cofradía, ya con la incertidumbre y contando los días para el Domingo de Ramos.

Sevilla está atravesando la cuesta de enero y está reponiéndose para lo que le sigue que es la Semana Santa, y está ahorrando, y ha parado de gastar tanto dinero en consumismo como ha habido en Navidad.

Las cofradías celebran sus habituales misas de diario, y los cofrades ya están un poco inquietos esperando primero la llegada de la Cuaresma.

Y viendo que cada vez está más cerca el Domingo de Ramos. Y la Semana Santa, fiesta por antonomasia de la ciudad hispalense que lo celebra por todo lo alto.

Tanto las Vísperas cómo los días, de la Semana Santa para la ciudad de Sevilla, son días de mucho jubilo y disfrute.

El tiempo va cambiando, los días van siendo un poco más largos, y las noches más cortas, señal que se aproxima la primavera, y con ella el buen tiempo.

Los domingos son días de salir por las mañanas a tomar él solito y tomar unas cañitas de cerveza en familia.

También los días entre semana los más pequeños que vayan a hacer este año la Primera Comunión dan sus clases de catequesis dos o tres días a la semana.

Cada parroquia tiene sus catequistas que suelen ser algunos hermanos y hermanas, de las hermandades y cofradías, que preparan a los niños y niñas que se preparan para recibir la Sagrada Comunión en este año de 2020, y a llevar una vida religiosa, cómo la llevaron sus padres o si puede ser mejor.

La vida religiosa no conlleva a nada malo sino a estar en armonía con las tradiciones católicas, que nos enseñaron a todos, nuestros antepasados.

Manuel Enríquez Becerra

Foto: Juan Alberto García Acevedo.