SPQR. La metáfora de Cortadura. Antonio Sánchez Carrasco

A veces la vida se complica y mucho. O mejor dicho, la complicamos sobremanera. A las pruebas me remito. Una web de cofradias y yo hablando de una playa de Cádiz.

Ay Cádiz que ganas de callejear, de un Viernes del Nazareno y de casa Pepe y sus cosas..., que me voy del tema. Es que el Alcalde de Cádiz pidió informes a la Fundación de la Mujer para instalar unas rampas en la playa. Seguramente el hombre lo hizo con toda la buena fe del mundo y le ha caído tela, está claro que si no lo hace le cae del lado contrario.

Y ahí viene la metáfora. La de una ciudad y una fiesta que se pierde en los pequeños detalles. En los requinteos de las cornetas, en los izquierdazos, en la recarga ornamental, en los reyes y reinas donde debería haber madres y padres. Y al final, estimado Kichi, poner una pasarela o rampa no es más que dejarlo en manos de un buen carpintero. Como la Semana Santa no es más que el Hijo de ese carpintero, que no pagaría el autónomo pero le nació el Hijo de Dios. Ese que me encontré muerto en el 13 de Adriano donde su Madre, Caridad, tejió mi cíngulo de blanco.

Ahora que esto empieza debemos de pensar que al final en lo simple está la esencia. Ya sea para una rampa en la playa o para una devoción milenaria.

SPQR: Sevilla Patriaque Rumore.

Foto: Antonio Sánchez Carrasco.