Dos horas de Sevilla Sur en su 20 aniversario de camino. C. J. Castillo. Diario de Sevilla.
La mudanza de Sevilla Sur surtió efecto en el Tiro de Línea, que este año, bien por la jornada festiva, bien por la cercanía de los romeros, se volcó en la calle para acompañar la salida de la primera de las cinco hermandades rocieras hispalenses que echa a andar. Cambio de parroquia, más en el corazón del barrio, y nuevo itinerario por calles rotuladas con obras de los Álvarez Quintero, Amores y Amoríos, Malvaloca, Puebla de las Mujeres..., todas repletas de gentes en una de las salidas más concurridas que se recuerdan en la corporación de las cintas rojiverdes, que este Rocío cumple 20 años de camino.
A las ocho y media de la mañana, con las calles ya mojadas por el harineo que cayó durante toda la mañana, se iniciaba la misa de romeros en la parroquia de San Juan de Ávila a cargo del director espiritual de Sevilla Sur, Manuel Moreno Ocaña, ayudado por el párroco de Aznalcóllar, José Ignacio Arias, director espiritual de la hermandad canónica de Montequinto, que acompaña a la primera en peregrinación. "Por la paz en España y en el mundo" fueron las intenciones de estos romeros para el camino que hará 20 años de vivencias rocieras.
En su sexto y último año como hermano mayor de Sevilla Sur, Fernando Fernández hacía hincapié en los beneficios que el cambio de parroquia ha traído para la hermandad. "El cambio vino motivado por la muerte de nuestro anterior director espiritual, y también por la reforma de las zonas impuestas por el Palacio Arzobispal", explicaba a pie de carreta Fernández, quien se vanagloriaba del aumento de la participación. El cambio de sede también ha implicado el estreno de un retablo dedicado a la Virgen del Rocío, un dosel de cultos de Fernández y Enríquez, un juego de dalmáticas para los acólitos y el basamento de jarras y candelabros de la carreta labrados en plata de ley. Será a la vuelta de la aldea, indicó Fernández, cuando se inaugurará el altar-vitrina donde reposará el Simpecado entre romerías, que está aún pendiente de instalación.
Alrededor de 530 hermanos, medio centenar de carriolas, una treintena de caballos y veinte vehículos todoterreno escoltaron ayer de mañana a la carreta de plata de Sevilla Sur, tirada por dos fabulosos bueyes de una tonelada de peso cada uno. Perdigón y Enamorao, que así se llaman los cabestros procedentes de Villamanrique de la Condesa, tuvieron que ser soltados de la carreta y amarrados otra vez a los pocos metros de la parroquia por un problema de fijación en la cuña del yugo, lo que motivó una parada de alrededor de media hora, según comentó el prioste de la hermandad, Joaquín Gómez. Al frente de los pormenores estéticos desde la fundación de la misma en 1986 –salvo el paréntesis de un mandato de descanso–, Gómez trazó para el aniversario de los 20 años de camino un exorno floral en colores pastel. Mazos de liliums, margaritas, paniculatas, romero y espigas en tonos rosa, amarillo y blanco, y racimos de naranjas, limones y uvas con cintas de la enseña nacional dando escolta al Simpecado.
La de Sevilla Sur fue una de las pocas carretas que el pasado año logró llegar a la aldea tal y como salió de su ciudad de origen. El diluvio que cayó en la noche del miércoles previo al Pentecostés de 2005 –noche en que el Betis jugó la semifinal de la Copa del Rey contra el Bilbao– obligó a que la mayoría de las hermandades abandonasen sus pesadas carretas de plata y sus bueyes por cajones livianos tirados por mulas, un cambio que, en el caso de Sevilla Sur, se evitó adaptando el tiro de los bueyes a una cuadrilla de mulas.
A las once menos cuarto de la mañana se plantaron ayer las hermandades de Sevilla Sur y Montequinto en el Cuartel de Eritaña para saludar a la Guardia Civil, nombrada teniente de hermano mayor honorario en el año 2001. Recibieron a la carreta el teniente coronel Antonio Muñoz Ruz, el teniente coronel Juan Roldán Fuentes y el comandante jefe Fernando Mora Moret, mientras que la guardia civil África Pérez entregó un ramo de flores a cambio de un manojo de romero que repartió entre sus compañeros. Una salve, una salva de vivas y el himno nacional a flauta y tamboril dieron paso a la despedida en la Clínica de Fátima antes de cruzar el puente y enfilar camino del sesteo en el Zaudín, cerca de Mairena del Aljarafe.
Sevilla Sur protagonizó ayer una salida rápida y ágil, con bulla detrás de la carreta del Simpecado, sin agobios de cortes de tráfico al tratarse de una jornada festiva, y con unas temperaturas tan frescas que invitaban por momentos a cobijarse bajo chaquetillas, picos de lanas y marsellés. Los paraguas, ayer de mañana, pusieron sólo la nota de color al cielo encapotado que se divisaba por el Aljarafe.
Telegram