Madre de Dios del Dulce Nombre. Javier Ramos Sáez

El día 10 de septiembre tuvo lugar, en una coqueta y singular capilla colegial, un hecho transformador. El amor que todo lo transforma, ese amor cristiano, se hizo luz en aquel lugar. Ese amor hacia el prójimo, como amor fraternal hacia el otro, se convirtió en amor filial hacia una imagen bella como pocas la que esculpiera con detalle y mesura Miguel Bejarano en el año de 1995.

Hablo desde una perspectiva un tanto lejana al no pertenecer a esta asociación parroquial pero eso no impidió que mis ojos no viesen esa transformación que se gestó en aquel momento.

¿Cómo una asociación, desde su modestia y conformismo, puede crecer en alma y espíritu a favor de María? Pues esa respuesta está insertada en los corazones de las personas que forman la Asociación Parroquial Madre de Dios del Dulce Nombre y Santa Ángela de la Cruz.

Aquel momento me desveló que aquellas personas traerían el futuro a su Titular, mediante la intersección de Ella misma, que por su pulcra Gracia, hace que la Divina Providencia sea rica con ellos. Esas personas traerán la ilusión porque de sus rostros maduros se esgrimían los ojos de un niño. Esas personas traerán la esperanza porque desde su fe, fuerte y ciega, apoyan los cimientos de una iglesia nueva.

Esta asociación cuenta ya con un largo bagaje a sus espaldas y su camino está en constante marcha desde aquel 1991; marcha hacia un próspero futuro y detrás de ese esfuerzo está Nuestra Madre que les da aliento y consuelo en sus horas más solitarias.

Un colegio los ha acogido con los brazos abiertos y ellos, con el rasgo que les caracteriza, recibieron con amor ese recibimiento y profesaron fidelidad hacia ellos, los lasalianos. Un colegio que los vio formarse a la mayoría de ellos y que ahora muestran su orgullo de tenerlos allí, y unas personas que aman a su colegio y sienten admiración por su patrón San Juan Bautista de la Salle.

No olvidemos que además su otra casa es la Parroquia de Santa María de las Flores y San Eugenio Papa con lo que su devoción acrecienta paso a paso y se diversifica. Próxima cita el 16 de septiembre. Salida procesional. Qué les deparará la Bendita Madre ese día...

Desde este breve artículo les felicito, desde el alma, por su trabajo y constancia, sin obviar sus limitaciones, por llevar el amor, la ilusión y la esperanza a unas cuantas personas mediante la devoción a la Virgen María en la advocación del Dulce Nombre y que esta asociación sea ejemplo y referencia para otras hermandades dejando sus vanidades y prioridades personales de lado y declarando una amorosa servidumbre a María.

Foto: Francisco Santiago