Arte Sacro
  • Noticias de Sevilla en Tiempo de Pascua
  • miércoles, 15 de mayo de 2024
  • faltan 333 días para el Domingo de Ramos

Que poquito queda. Siempre Cautivo. Alberto De Faria Serrano


 Cincuenta primaveras alentando una devoción que se pierde en los ancestros de los tiempos. Cincuenta calendarios vividos expresamente desde el fervor inagotable en el confín de un barrio humilde cuya existencia gravita en torno a su parroquia y se postra ante Él cada viernes por que siempre hay una razón para sentirse tan Cautivo como Él. Consuelo de los necesitados, padre y guía espiritual de los huérfanos de la enseñanza  practica de la vida, siempre proyectando en el tejido humano próximo el mundo mejor que les otorgue sentido a sus vidas y cubra siempre , no solo una vez,  con la túnica morada del Gran Poder de la Misericordia ante los afligidos.

Cincuenta años de ejemplo y de expresión religiosa popular que concita la admiración de propios y extraños caminando tras Él. Desde que tuvo su canasto liso y sin tallar. Y asidos al cíngulo que lo prende y le acompaña en el desolador abandono de sus Discípulos.  Cincuenta inviernos aquilatando sus cultos en la soledad sacramental del Monte de los Olivos del Tiro de Línea. Cincuenta cuaresmas impregnando de amor el brillo de sus potencias al sol. También los menos, arropando con el chubasquero impermeable el camino de los hombres y protegiendoles de la desapacible intemperie ante los elementos que les azotan.

Medio siglo de excelsa comunión mercedaria. Medio siglo de vinculación y devoción conjunta a la redención cautivadora de la Intercesión de Nuestra Señora de la Merced. Cinco décadas prendidos de su fortaleza para afrontar el sacrificio de su hijo Tanto tiempo para comprender que no pierde la mirada en el horizonte si no que mira a los ojos de los suyos y dos lágrimas las derrama por ellas y por ellos y la tercera porque no estuvo antes allí para  consolándoles.

Diez lustros cincelando con letras de oro el devenir contemporáneo del desarrollo de los barrios periféricos. Un kilómetro largo de comunión viva en un solo sentimiento. Un kilómetro interminable de capas negras  y túnicas inmaculadas que es una llamada directa de compasión al corazón. Tanto esfuerzo merece la pena. ¿Verdad que si? Cuando de aquí a dos lunes nos alumbren los candelabros de guardabrisa, estaremos maniatándonos otros diez lustros más y los que vengan después de nosotros. Nos protege a todos el manto rojo y oro que les da tanto cobijo con el camaronero. Por eso renovarán el juramento sencillo y preciso ocho escudos mercedarios desde San Andrés para manifestar que la Caridad es una virtud bien asimilada media centuria después. Allí bien lo saben. Cautivo Siempre de Ti. ¡Que poquito queda!

A Banderita, Manolo, Patri y Maria.

Foto: J. L. Barragán










Utilizamos cookies para realizar medición de la navegación de los usuarios. Si continuas navegando, consideramos que aceptas su uso.