Provincia. La Hermandad de Jesús Nazareno de Casariche saldrá este año con sus pasos reformados

Remedios Camero / El Cabildo. Si para cualquier hermandad es una satisfacción ver en la calle los pasos de sus titulares nuevos o reformados, cuando son las propias manos de los hermanos las que realizan las reformas la dicha es aún mayor. Éste será el sentimiento que impere este año en la Hermandad de Jesús Nazareno y María Santísima de la Esperanza de Casariche, una modesta corporación de unos quinientos hermanos que espera con ilusión el próximo Viernes Santo. Así lo explica Elodia Sánchez, teniente de hermano mayor de la hermandad que preside Antonio Jesús López, quien recalca que en las hermandades como la suya, con pocos recursos, todos tienen que arrimar el hombro.

Al paso de Jesús, con 60 años de antigüedad, además de decaparlo y embetunarlo le han dado la vuelta a la canastilla para que la parte más labrada, antes oculta por las flores, se vea más, además de que con el cambio el paso gana porque parece mayor y hay más espacio para las imágenes. El palio de la Virgen, por su parte, se ha ensanchado  25 centímetros, pues resultaba estrecho para los costaleros. ‘Se compró así porque entonces la Virgen salía de la iglesia y la puerta era más estrecha que la de su capilla, de donde sale ahora’, explica a El Cabildo. Esto ha supuesto ampliar faldones, ensanchar trabajaderas y hacer un nuevo techo de palio, que lucirá sobre su terciopelo verde una Anunciación pintada por Mª Carmen Parrado.

Las mujeres cosiendo, los hombres haciendo de carpinteros o herreros, y todo ello de noche, robándole horas al sueño; pero con la alegría que les dará ver a sus imágenes sobre unos pasos que aunque no serán nuevos, para ellos, como si lo fueran.