Cultura realizará una exposición sobre los bienes restaurados de la Iglesia del Salvador

El Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico ha intervenido durante cuatro años sobre medio centenar de obras de arte de este templo sevillano

Arte Sacro. La Consejería de Cultura prepara una gran exposición sobre la valiosa colección artística de la Iglesia del Divino Salvador de Sevilla tras su restauración durante cuatro años en los talleres del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH). La muestra de este medio centenar de bienes muebles (pinturas, esculturas, orfebrería, textiles y piezas del patrimonio documental) tendrá lugar del 30 de octubre al 9 de diciembre en el Real Alcázar de Sevilla bajo el título de 'El Salvador en el IAPH. Conservación de una colección artística devocional'.

La Junta ha invertido 552.775 euros en la recuperación de estas obras del patrimonio cultural de Andalucía, perteneciente a una de las iglesias más importantes de Sevilla, la segunda más grande tras la Catedral, que se levanta sobre los restos de la antigua Mezquita Mayor de la ciudad.

Aunque todas las obras tratadas presentan un gran interés, cabe mencionar por su especial significación la escultura de San Cristóbal (1597-1598) de Juan Martínez Montañés; los dos colosales Ángeles Lampareros (1771-1778) de Cayetano de Acosta; la pareja de óleos de cabezas cortadas de San Pablo y San Juan Bautista (1670) de Sebastián de Llano Valdés; la tabla del Ecce homo atribuida a Maese Pedro o el conjunto escultórico Santa Ana y la Virgen (1714) de José Montes de Oca.

El IAPH ha finalizado actualmente la intervención sobre la práctica totalidad de las 53 piezas de la colección artística de la Iglesia del Salvador incluidas en este programa de investigación y conservación, a excepción de la escultura de San Cristóbal de Martínez Montañés, cuya restauración está ya muy avanzada.

La exposición presentará un desarrollo cronológico basado en los hitos históricos y artísticos de la iglesia en torno a los que se aglutinan estas obras de arte. El programa museológico de la muestra plantea así cinco núcleos narrativos: el primero o etapa de la fundación de la colegiata-mezquita (1248-1590), momento de la primera ornamentación del templo cristiano, comprenderá una serie de bienes muebles relacionados con la primera época de la iglesia cristiana, en la que se cambia el eje de oración de la antigua mezquita para adaptarlo a templo cristiano.

Etapa barroca

El segundo núcleo de la exposición hará referencia a la época manierista y barroca (1590-1679) de la iglesia, periodo en el que se adopta un nuevo programa iconográfico al producirse la renovación ornamental del templo de la mano de artistas como Bernardo Simón de Pineda, Martínez Montañés o Juan de Oviedo.

La tercera etapa es la de la reconstrucción del nuevo templo (1679-1712), bajo el mecenazgo del arzobispo Manuel Arias y Porres y caracterizada por el enriquecimiento ornamental. Las obras respetaron la planimetría del edificio hundido. A su término se inició un nuevo ciclo de actividades artísticas para paliar las deficiencias ornamentales de la iglesia, encargando los propios capitulares y devotos de la feligresía numerosas esculturas, pinturas, platería, tejidos, etcétera con destino a decorar las diversas capillas.

El siguiente núcleo corresponde a la iglesia actual (1712-1852), periodo de culminación de la ornamentación. En este apartado se incluyen la mayor parte de los bienes culturales incluidos en el programa de conservación. En esta etapa histórica se quiso decorar el edificio de la colegiata de manera espléndida, para lo que se levantaron tres extraordinarios retablos que se conservan en su ubicación original: el retablo mayor, el retablo-pórtico de la capilla sacramental y el retablo-camarín de la Virgen de las Aguas.

La quinta área de la exposición se centrará en la devoción a la Virgen de las Aguas, especialmente en el siglo XVIII, que por su importancia histórica y devocional se ha mantenido a través de los siglos. Asimismo, se diseñará un espacio expositivo en el Apeadero del Alcázar para presentar aquellas piezas que por su morfología no pueden ser expuestas en la sala prevista, como es el caso de los dos Ángeles Lampareros de Cayetano de Acosta.

La exposición ofrecerá de este modo la oportunidad única de contemplar la mayoría de estas piezas de modo aislado artísticamente, ya que a su regreso a la Iglesia del Salvador quedarán incluidas en el programa iconográfico y litúrgico del templo. También se pretende presentar al público el proceso de intervención seguido por el IAPH, caracterizado siempre por el rigor científico y el máximo respeto por el original.

Fotos: Joaquín Corchero.