El Evangelio según Santiago (VI). "Omnium Xilófagum"

Quizás éramos de los últimos que quedábamos en hablar sobre el tema de los xilófagos en el templo del "Omnium Sanctorum", pero es que nos resultaba casi increíble algunas de las historias "verídicas" que están ocurriendo en nuestra ciudad y en pleno siglo XXI.

Esta palabra tan común entre nuestras cofradías, "xilófagos", es la que define a los insectos que se alimentan de la madera. Entre ellos se cuentan los coleópteros, isópteros, himenópteros, dípteros y lepidópteros (si alguien se ha sentido aludido les indicaremos que no son insultos, se refieren expresamente a clases de insectos).

No es que sea fácil detectar este tipo de invasiones, pero sí que, cuando la madera de la que hablamos puede afectar directamente a Imágenes Titulares de nuestras hermandades, retablos de gran valor artístico o piezas artesanales relacionadas con los mismos... la cosa toma otro tono parecido al "morado penitencial", por no decir "rojo vergüenza".

Porque una parroquia no sólo vive de las limosnas y donaciones de los fieles; si Dios está en todas partes, cualquier punto sería bueno para hablar con él en forma de oración, pero los que nos consideramos cristianos, tenemos la costumbre de ir a nuestros templos y, además de estar con el padre, El Hijo y su Madre, también tenemos la costumbre de presumir del valor artístico de nuestra historia, a través de los retablos, altares e imágenes de las mismas.

Nos referimos al Omnium Sanctorum porque, según parece y ha comentado el hermano mayor de Los Javieres, toda la madera de la parroquia podría estar afectada por esta plaga, como ha estado la gloria del palio que ha tenido que ser tratada tal y como se hizo con el paso del Cristo de la Expiración del Museo, para eliminar las larvas que, literalmente, comenzaban a comerse los hilos.

Precisamente, un agujero en uno de los ángeles de la gloria, dio la señal de alarma, que es uno de los síntomas de estas plagas: agujeros o serrín. Gracias a este descubrimiento y el tratamiento durante 25 días con nitrógeno puro, ha dado al traste con el plan de los "bichitos" de zamparse el techo del palio.

Pero estamos hablando de un mínimo detalle infectado dentro de la gran superficie que representa la parroquia de la calle Feria. ¿Qué pasará cuando pase Semana Santa y llegue el verano? ¿Se verán mutilados los enseres e imágenes de la Sacramenta de Todos los Santos y del Carmen Doloroso, sin olvidarnos de Los Javieres?

Les recordamos que hace relativamente poco tiempo ya tuvo el profesor Miñarro que intervenir en el Cristo de las Almas y en la Inmaculada corporativa por este mismo problema.

Esperemos que esto que les comentamos, no se convierta en otro periodo más de la historia de Sevilla a olvidar, porque si en el tiempo comprendido entre los años 32 al 36 del siglo XX, fue el fuego y el odio las principales causas de la desaparición de una parte del patrimonio artístico y sentimental de nuestras hermandades, los "xilófagos" pueden ser la del siglo XXI, pues aún tenemos nuestros corazones compulgudos sabiendo que en Santa Catalina, ruidos rondan a la "sagrada madera"...

Foto: Francisco Santiago