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Provincia. Galéría. Pregón de Semana Santa 2008 de Osuna a cargo de Carlos Puerta. Jose de Soto Galván.


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

SEMANA SANTA EN SEVILLA: LA PAZ

  (Extracto del pregón dedicado a la sevillana hermandad del Porvenir)

La Semana Santa comienza el Domingo de Ramos, y para vivirlo os pido que nos subamos al autobús y viajemos, por un momento, a nuestra capital, y no para ver a San Gonzalo. Desde allí han venido un grupo de amigos a los que desde hoy tendré siempre en mi memoria, con los que he pasado parte de mi vida, recorriendo sus barrios, viviendo sus costumbres y sus fiestas y como es lógico también su Semana Mayor, en la que son capaces de subir a los altares, al apóstol traidor, al que primero vendió y luego se arrepintió, Judas Izcariote, ya que sin él no hubiera sido posible tantas chicotás magistrales.

Al pasear por San Lorenzo veo que Gran Poder tiene Dios en Sevilla, por Triana visito la Estrella y también la Esperanza donde Maria Luisa Garcia hace de guardián del retablo de la Merced, en la Universidad la dulzura del Cristo de la Buena Muerte que tanto Javier Garcia, como Sebastián Moya y Antonio Vargas recordaran al estar ante su hermano más pequeño, y al entrar en la Basílica de la Macarena admiro la joya más preciada que en ese rincón de Sevilla, guarda toda la ciudad.

Pero la Semana Santa hispalense comenzó para mí en 1980, cuando los hermanos Berjano me ofrecieron la posibilidad de ser costalero en la Hermandad del Porvenir, la de la Paz, y a mí, la verdad, no hizo falta que me tocaran dos veces los palillos, y un lunes frío, de pleno invierno, me presenté en la parroquia donde Manolo Santiago, ¡que gran capataz y que gran corazón!, me igualó en el palio de Maria Santísima de la Paz como “Legionario del Porvenir”, frase que hizo celebre el poeta de Manolo, aquel Domingo de Ramos, para elevar el orgullo y la moral del grupo de jóvenes e ilusionados costaleros, que por la mañana nos levantamos dispuestos a comernos el mundo y cuando llegó la noche, no habíamos calculado que era muy grande y se nos atragantó.

Con él y con su hijo Antonio disfruté bajo un paso aprendiendo la importancia que tiene la igualá en la cuadrilla, siendo la única diferencia entre sus componentes la altura que Dios les ha dado, así como que el que se pone delante no es el que manda, sino el que sabe y su conocimiento hay que respetarlo, y muchas otras cuestiones que hacen que Cristo ande por Sevilla como en su dia lo hizo en el lago Tiberiades, pudiendo afirmar todos sus costaleros lo que dice la canción: “El que no conoce una buena “levantá”, no conoce de la misa a la mitad”. Yo, gracias a ellos, conozco las dos.  

Quisiera agradecer a Pepe Viota, nuestro Hermano Mayor que confiara en mí para pertenecer a su Junta de Gobierno, donde he hecho amigos como Pedro quien conoce de todas las marchas que se os ocurra, hasta en que revirá se estrenaron, a Pepa y Manolo Vergara quienes sueñan que la bolsa de caridad cubra todas las necesidades que se presentan, y a los más antiguos como Pepe Mateos que me enseñó la historia de la Hermandad así como Eduardo Estrada que con su Virgen de la Paz descanse al igual que Pepe Córdoba, hermano fundador al que en su funeral Ella quiso estar a sus pies para darle el último adiós.

Durante el resto del año hay dos momentos emocionantes, por San Juan cuando llegan 25 niños de Bielorrusia y en Navidad, donde el cartero real recoge las ilusiones de los pequeños, estando seguro de que Ella intercederá para que sus majestades de Oriente satisfagan las peticiones de paz para el mundo, salud para sus abuelitos y mucha felicidad y juguetes para todos los niños pobres.

Pero lo más bonito acontece el Domingo de Ramos, a eso del mediodía, y desde que se llega al barrio vemos que la fisonomía ha cambiado, con los balcones, engalanados, las calles, oliendo a garrapiñadas de almendra, llenas de globos del pokemon, y el publico, expectante y bullicioso, estrenando algo nuevo.

En el jardín de la Parroquia, nos damos cuenta que las túnicas y capas blancas de 1.500 nazarenos van a relucir por toda Sevilla y cuando el hermano más antiguo, a la una de la tarde, abre la puerta del templo, con un fuerte aplauso, ve la luz del día la primera Cruz de Guía, que tras el Escuadrón de Caballería, con sones de clarines y tambores, emprende camino del centro, y al aparecer el Moreno del Porvenir, y escuchar la Marcha Real se me saltan las lágrimas de alegría por haber sido el único madero de Cristo del que he sido costalero, al cederme su puesto mi cuñado Francisco, en unas cuantas chicotás.

Pero la explosión de júbilo llega cuando hace aparición el palio gótico, blanco e inmaculado de Maria Santísima de la Paz , la que será reina y novia todo el día, que con la marcha de Pedro Morales comienza un largo peregrinar, hacia el corazón de la capital, atravesando el esplendor del parque de Maria Luisa, el bullicio del Postigo y de todo El Arenal, la ilusión de la Campana , el recogimiento de la Catedral para regresar al barrio que la vio salir al mediodía, y en cada momento, en cada paso que da en ese largo caminar,  

Todos desean acariciar tus varales,

Todos quieren alcanzar la Paz de tu blancura,

Amar con la Paz que desprenden los rayos de luz en tu cara,

Trabajar con la Paz del aroma de tus flores blancas,

Estudiar con la Paz de la paloma que vuela sobre tu palio de malla,

Jugar con la Paz que tu candelería encendida emana,

Disfrutar con la Paz del olivo de tu rama,

Crecer con la Paz que refleja tu paso de plata,

Queremos Paz, Paz, mucha Paz,

Y que los cachorros del norte

Nos dejen de una vez en Paz.

Fotos: Jose de Soto Galván.










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