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Provincia. Una mirada a la provincia. La hermandad de la Vera Cruz de Marchena


 Eduardo Fdez. López. La noche del Jueves Santo realiza su estación de penitencia por las calles de Marchena la hermandad de la Vera Cruz, la hermandad más antigua de Marchena y una de las más antiguas de las hermandades de Veracruz de toda España.

Acompañan al cortejo unos 400 hermanos nazarenos vistiendo túnicas de cola blanca, con cinturón estrecho de esparto, antifaz y botonadura de color verde en los tramos del primer paso y túnica blanca con capa y antifaz verde en el segundo.

La llegada de la Orden franciscana a Marchena condicionó indudablemente el nacimiento de la hermandad de la Vera Cruz en esta villa, por la vinculación que los franciscanos tenían con todas aquellas hermandades con este nombre, como consecuencia de la fundación de la primera hermandad en el convento de San Francisco de Sevilla en el siglo xv.

A partir de entonces proliferaron por muchos pueblos estas hermandades con la ayuda de los frailes, sobre todo en aquellos lugares donde la orden se estableció, como ocurrió en Marchena..

 Por esta razón la historia de la hermandad de la Vera Cruz en la villa de Marchena se encuentra íntimamente ligada a los franciscanos desde el momento mismo en que fue fundado el convento en el año en el año 1530 por D. Diego Núñez de Prado y su esposa Dª. Juana Blázquez, ambos de la orden tercera franciscana.

D. Francisco Rodríguez Santos funda la hermandad y cofradía de la Santísima Vera--Cruz, siendo aprobadas las reglas por el Sr. provisor del arzobispado el 7 de febrero de 1533, estableciéndose la hermandad en capilla propia junto a la iglesia de dicho convento.

La hermandad, según sus primitivas reglas, compuestas por diecisiete capítulos, la formaban hermanos de luz y de sangre.

 

Respecto al Cristo de la Vera Cruz decir que se trata de una imagen de Cristo crucificado obra del siglo XVI atribuida al imaginero Roque Balduque, imaginero flamenco que trabaja intensamente en Sevilla durante las últimas décadas del siglo XVI.

 Destaca el curioso ahuecado a que fue sometida toda su estructura, debido a las exigencias procesionales del siglo XVI, cuando las imágenes eran portadas por un lego eclesiástico, y debían pesar poco, de ahí el reducido tamaño y el uso de pastas artificiales para su fabricación en muchas de ellas.

El Santísimo Cristo de la Vera Cruz procesiona cada Jueves Santo en un paso de estilo barroco-churrigueresco-rocalla, con espejos, iluminado por cuatro faroles, con canastilla y respiraderos obra de Antonio Díaz Fernández y esculturas de  Manuel Domínguez Rodríguez en los años 1968 y 1969.

El paso presenta, en su delantera, una pequeña capilla u hornacina donde se coloca el busto de una pequeña dolorosa atribuida al imaginero Pedro de Mena (escuela granadina con influencias napolitanas), de bellísima factura e incalculable valor artístico.

La Virgen de la Esperanza Coronada es una bella talla de candelero, para vestir. Data aproximadamente del siglo XVII y se atribuye al círculo de Juan Martínez Montañes. En 1984 fue restaurada por el profesor Juan Manuel Miñarro López.

En su iconografía más habitual, las manos no están en el mismo plano, sino que alza más la derecha, situándola de manera más cercana a su pecho. En dicha mano se coloca un pañuelo, quedando en la mano izquierda, más baja, el rosario que porta.

  

El paso de la Virgen de la Esperanza es un conjunto de crestería del siglo XIX, de estilo granadino, en metal plateado con escudos alusivos a la Hermandad, y con cordones y borlas también en metal plateado. El techo es de terciopelo verde, con estrellas, gloria y paloma del Espíritu Santo en plata.

Fotos: Joaquín Carmona Muñoz y Jose










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