La Fundación Sevilla NODO concede el primer premio internacional a la solidaridad al Nobel Mohamed El-Baradei

Arte Sacro. El Patronato de la Fundación Sevilla Nodo entre Oriente y Occidente, bajo la Presidencia del alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín,  decidió por unanimidad conceder el Premio Internacional Sevilla NODO a la solidaridad, los Derechos Humanos y la Cooperación al Desarrollo, en su primera edición, al Dr. Mohamed ElBaradei, en reconocimiento a su actividad permanente en los organismos internacionales en defensa de la paz, la seguridad, el bienestar y desarrollo de los pueblos.

En un mundo como el actual, tan globalizado, la existencia de personas de la talla y el talante del Dr. ElBaradei, defensor e impulsor de ideas y medidas encaminadas a que reine el diálogo y la paz entre los pueblos, y a que el uso de las nuevas tecnologías y energías como la nuclear, sean utilizadas para fines pacíficos de la forma más segura posible, y no para fines bélicos que conducen a la destrucción de vidas humanas, hace que el resto de la humanidad conservemos la esperanza y la fe en el futuro.

Los miembros del Patronato de la Fundación han valorado su incansable labor como defensor de la tolerancia, la humanidad y la libertad y su alta sensibilidad dirigida al buen entendimiento y cooperación entre todos los pueblos, su magnífica trayectoria profesional como diplomático en su país, Egipto, y al servicio de la Naciones Unidas donde ha ocupado diferentes cargos de responsabilidad creciente, siendo en la actualidad Director General del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).

Su esfuerzo y dedicación ha sido reconocido en todo el mundo siendo distinguido con numerosísimos premios en todo el mundo, es Doctor Honoris Causa por varias universidades como: la Universidad de Nueva York, en Estados Unidos, la Tsing Hua University en China o la Universidad Americana en El Cairo y ha sido galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 2005.

Su trayectoria profesional ha sido y es un ejemplo de independencia y de integridad en el ejercicio de una responsabilidad pública, sometida a enormes presiones de todo tipo, y demostrando siempre sus cualidades humanas y profesionales y su afán por contribuir al bienestar y a la seguridad de todos, por trabajar para prevenir el uso militar de la energía nuclear y por garantizar el uso pacífico de la dicha energía de la forma más segura posible.

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