Con permiso de Cretario. Manuel Capelo. ABC

Con permiso de Cretario y de otros compañeros especialistas en el mundo capillita me voy a adentrar en ese proceloso terreno de las hermandades y cofradías para analizar la propuesta urdida en algún despacho para organizar una salida extraordinaria con tronos y pasos de otras provincias españolas el próximo día 4 de febrero por las calles de Sevilla como broche de oro a la décima edición de Munarco. Hasta el momento que yo sepa el mundo cofrade ha acogido con descalificativos del tono de barbaridad o disparate la propuesta. Nadie ha salido públicamente a defender la idea ni tan siquiera sus autores. Pero tampoco se ha retirado. Bien es cierto que debe pasar por un procedimiento y probablemente en este trámite será cuando oficialmente decaiga. Pero una de las cosas que me ha sorprendido -hasta cierto punto- de la polémica propuestas es que públicamente nadie se ha atrevido a defenderla y como tanto otros ideas se quedará en una mera cortina de humo un pulsar la opinión pública antes de lanzarse a ejecutar la propuesta.

Pero lo preocupante no es solo el lanzar el globo sonda que solo por hacerlo ya ha provocado un profundo malestar en el Consejo de Cofradías sino lo que subyace detrás y que no es otra cosa que pretender hacer una semana santa manejada desde los despachos del poder o despojar de los referentes espirituales esa manifestación popular.

Evidentemente la Semana Santa en Sevilla tiene unas repercusiones mundanas que nadie olvida y su influencia en el PIB de la ciudad es relevante pero tratar de copiar el modelo o de jugar a hacer semanassantas como quien organiza velá de barrios una actividad cultural o un espectáculo de masas es un grave error porque se está ofendiendo sentimientos muy profundos y porque será un fracaso.

Ya desde el propio mundo cofrade se está advirtiendo que las salidas extraordinarias que tanto proliferan en piritual que tengan. Ítem más si la justificación no es más que un mero acto civil o la organización de un espectáculo con el que cerrar una feria de muestras.

Sevilla no se puede convertir en un «parque temático» de Semana Santa ni en su plan estratégico debe estar el organizar muchas salidas extraordinarias de pasos para solaz de propios y extraños. No es serio. Y como tal espero que los autores de la idea reflexionen sobre lo que es la verdadera semana de Pasión sevillana.

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