Puerta de palos. El Fiscal. Diario de Sevilla.

El eco de Jerez. Es curioso cuánto se han relacionado los desafortunados fastos previstos para la décima edición de Munarco (la de la procesión castellanomanchegó-malagueña) con en el Encuentro Nacional de Cofradías de Jerez del 30 de septiembre al 2 de octubre (rematado con una magna procesión). El prelado de Asidonia-Jerez, Juan del Río —que de hermandades sabe un rato largo— ha escrito lo siguiente para intentar acallar posibles voces críticas con la salida extraordinaria de hasta seis pasos de la localidad: "Deseamos que esta oportunidad histórica que se nos brinda sirva para estrechar los lazos de fraternidad entre los cofrades de España y nos señale caminos nuevos de evangelización con el peculiar estilo de los cofrades". Del Río espera que el Encuentro "resulte ameno y, al mismo tiempo, fructífero de cara al futuro de las cofradías en el seno de la Iglesia y en medio de la sociedad secular".

Mas detalles. El jueves, 29 de septiembre, se celebra en Jerez el traslado de los seis pasos desde sus sedes hasta la Catedral. El programa de conferencias recuerda al del Congreso Internacional de Hermandades de Sevilla de 1999. Llama la atención la participación de la directora del Instituto de Cultura de Jerez (sí, "Cultura", han leído bien), la organización de una muestra artesanal en el Palacio de Congresos y Exposiciones (El Fibes jerezano, similar a la sede en la que se ha celebrado Munarco durante ocho años), la conferencia de un flamencólogo, el debate sobre la próxima sede del Encuentro Nacional de Cofradías ("¿Será en Sevilla, fiscal?") y, como gran plato fuerte, la ponencia de Guzmán Carriquiy Lecour, subsecretario del Pontificio Consejo para los Laicos (Vaticano), que lleva el título siguiente: Líneas de fuerza y compromisos concretos de hermandades y cofradías en el nuevo milenio. Hay un día dedicado a la Exaltación cofrade de la cuaresma y Semana Santa ("¿Supondrá esto, fiscal, un juego de pregones?") y, tachín, tachií, la procesión de los seis pasos con salida desde la Catedral.

El detalle cofradiero de un cartel. Lo adelantamos en esta página hace varios domingos. Vaticinamos que a los notables de San Gonzalo como Alfredo Flores o Bienvenido Puelles les iba a gustar el cartel de la Velá de Santa Ana. El pintor Ricardo Suárez ha incluido una referencia a la Virgen de la Salud por sus cincuenta años. Ahí la tienen, bajo la recreación del puente, entre motivos eminentemente trianeros cuya composición evoca en cierta manera al cartel macareno de la pasada cuaresma. No sólo nos ha llamado la atención la obra, sino lo que ha declarado su autor, que ya hizo los del Corpus, las fiestas primaverales y el susodicho de la Macarena: "Con este cartel ya no me queda ninguno por hace?''. Retribuido, se entiende, porque este lienzo de laVelá está debidamente remunerado por la Delegación de Fiestas Mayores y, además, pasará a formar parte del Museo de Artes y Costumbres Populares.

Reflexiones. Todo esto viene a cuento porque la vara de medir debe ser la misma. No se puede estar contra Munarco y su mundo frío de estética mercantil de stand y despellejar la ocurrencia de una procesión castellano-manchega-malagueña y, al mismo tiempo, avalar ahora el Encuentro Nacional de Cofradías jerezano con una especie de Santo Entierro de medio calibre. ¿Es que el apoyo del prelado jerezano - el mismo que alguna vez ha suspendido procesiones extraordinarias, por estar injustificadas pastoralmente - resulta ahora que todo lo justifica y todo lo valida? Probablemente, en el caso de Sevilla sólo nos falta conocer la opinión del cardenal, comprobar si verdaderamente autoriza el despropósito munarquesco o si aplica la cordura que le caracterizó en el caso del traslado del cuerpo incorrupto de la santa sevillana por excelencia -el mismo que algunos quedan celebrar empleando el paso de la. Urna del Santo Entierro-   y ordena que las cosas se hagan según los cánones del sentido común y dicta que los pasos sean expuestos en la Catedral. Únicamente expuestos. Su Eminencia es ahora la última esperanza que nos queda.

Otra de miradas. Tan en serio se han tomado los moradores de palacio que el cardenal no quería “ni mirar” el asunto de la reposición del Giraldillo que algunas lo debieron de pasar mal para saciar su curiosidad el viernes y contemplar desde uno de los balcones una operación tan histórica como espectacular. Eran las 8:41 cuando el Giraldillo momificado comenzaba un corto vuelo de seis minutos de duración hasta lo alto de la torre. Esta vez no estaba el joven secretario general disfrutando de las vistas palaciegas, tal como lo sorprendimos con motivo de la bajada de la réplica el mes pasado. Algo le han debido decir, porque en esta ocasión sólo se asomó tímidamente por la Plaza como si nada ocurriera en ella, como si no estuviera una grúa de 110 metros de altura, como si la subida del Giraldillo fuera algo rutinario que ya pudimos ver todos en 1568. Esta vez sólo alguna se atrevió a mirar, pero casi por detrás de los cristales. Ay, qué ciudad en la que tanto se descorren los visillos para mirar sin ser visto.

Macarena. El runrún de un posible movimiento de oposición ha desaparecido. Radio Atrio informa en su boletín sabatino que Juan Ruiz y su eficaz consiliario Manuel García firmaron ayer el Pacto de Punta Umbría para conformar la próxima junta de gobierno de la cofradía con mayor peso fuera de las fronteras locales. Al parecer, están previstos muy pocos cambios, pero serán absolutamente claves. Ruiz y García departieron en la orilla onubense mientras cuidaban de los niños bielorrusos que han apadrinado este verano.

El lagarto de la Catedral — «El muy cofradiero cura, Ignacio Jiménez Sánchez—Dalp contará con padrinos de excepción en la bendición de las obras de su parroquia de Alcalá del Rio. Se trata de la Hermandad de la Macarena y la Casa de Alba. Razones habrá» Palabra de reptil metropolitano, palabra de lagarto de la Catedral
 
Los Gitanos. Se trata de otra cofradía en la que se oye el eco del tam-tam electoral. Quien ya ha anunciado el paso al frente con vistas al cabildo de enero de 2006 es José Manzano Jiménez, de 42 años de edad. Dicen que el actual hermano mayor, Antonio Vargas, quiere repetir en el sillón y que, cómo no, el ex mandatario Juan Miguel Ortega Ezpeleta también estaría interesado en la cita. Se esperan noticias en firme de ambos.

El pertiguero. Primer golpe. Pascual González incluyó numerosas referencias cofradieras en su aplaudido pregón de la Velá de Triana. Muchos munícipes le oyeron y percibieron ciertos sonidos del Maestranza. Segundo golpe. La carta llegó al despacho del Arzobispado muy pocos días antes de las recientes elecciones.. En ella se pide el reconocimiento canónico de una lejana imposición de corona. "Ya veremos lo que hacemos, pero para los temas de esa hermandad ya sabes a quién se debe llamar a consultas. ¿Cómo? Sí, sí, sé que no es el hermano mayor, pero ya sabes de su fuerza en la Casa". Tercer golpe. Agenda inminente. Hay que charlar con el silente Antonio Rodríguez Cordero, al que vieron salir sonriente del Arzobispado. Y ciriales arriba. ¿Qué hermandad lucha por la exención del IVA de una obra al mismo tiempo que pierde muchos euros por una mala previsión del número de comensales del almuerzo anual?