El Museo de Bellas Artes de Sevilla expone las pinturas y esculturas del retablo de Santa Ana tras su restauración

Arte Sacro. El consejero de Cultura, Paulino Plata, ha presentado en el Museo de Bellas Artes de Sevilla la exposición 'Pedro de Campaña en el retablo de Triana. La restauración del IAPH', que ofrece la posibilidad de contemplar el conjunto de esculturas y pinturas que conforman el retablo mayor de la Iglesia de Santa Ana de la capital hispalense, tras su restauración en el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH). La muestra podrá visitarse desde el 1 de julio al 17 de octubre, fecha en la que esta obra maestra del Renacimiento andaluz volverá a su ubicación original en el templo del barrio de Triana.

La muestra ofrece asimismo una visión integral del proceso de intervención llevado a cabo en el IAPH, desde las tareas iniciales de investigación hasta la propia presentacón de sus resultados, con un especial interés por destacar los valores y el significado de este patrimonio recuperado. Y es que el retablo mayor de la parroquia de Santa Ana, una obra de dimensiones colosales que data de la primera mitad del siglo XVI, constituye un elemento singular del patrimonio andaluz con importantes valores históricos, artísticos e iconográficos.

Tras un gran esfuerzo ciudadano e institucional, en 2008 se pudo formalizar un convenio de colaboración entre la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de Sevilla, la Fundación Cajasol y la Archidiócesis de Sevilla para acometer la restauración. El proyecto culminará definitivamente en los últimos días del próximo mes de octubre cuando, concluida la intervención en la arquitectura lignaria del retablo, se proceda a la definitiva instalación de las obras.

Contenidos de la muestra

La exposición se organiza en torno a cinco núcleos narrativos: El retablo de Triana y la intervención del IAPH; Un proyecto innovador; Historia del retablo y sus artífices, Patronos y devociones, y Pedro de Campaña y las pinturas.

Del retablo mayor de la Iglesia de Santa Ana de Triana, una de las obras más importantes de la retablística sevillana del Renacimiento, lo más destacado son las quince pinturas sobre tabla del célebre pintor natural de Bruselas Pedro de Campaña. En su pintura se advierte, junto a una sensibilidad artística propia de los Países Bajos, una sólida vinculación a los grandes maestros italianos del primer tercio del siglo XVI, especialmente a Rafael, a quien debió de estudiar durante su estancia en Florencia y Roma. Otras influencias formales derivan del espíritu manierista cultivado por Miguel Ángel en las últimas décadas de su vida y por sus numerosos discípulos.

Las trazas del retablo corresponden a Martín de Gaínza, mientras que la ejecución de los elementos de la arquitectura e imaginería corrió a cargo de Nufro Ortega y de Nicolás Jurate. En la policromía del retablo intervienen una larga nómina de artistas, como Andrés Ramírez, Andrés Morín, Antón Pérez, Pedro Jiménez, Antón Sánchez de Guadalupe, Blas Hernández y Luis Hernández.

En la gran hornacina central, remodelada a principios del XVII, aparecen las figuras de Santa Ana y la Virgen con el Niño, que son imágenes de candelero de la segunda mitad del siglo XIII restauradas a principios del XVII por Francisco de Ocampo y de nuevo retocadas en el XVIII. En las calles laterales se disponen esculturas de Santos y Apóstoles, que se han atribuido a Pedro Delgado, Nufro Ortega y Nicolás Jurate.

En el banco se observan relieves con los Evangelistas, además de otros de los Padres de la Iglesia en la pequeña puerta que comunica con el camarín y, sobre ella, uno más con el Paño de la Verónica. Estos relieves se atribuyen al escultor flamenco Roque Balduque.

Las pinturas del retablo narran episodios de la vida de Santa Ana, San Joaquín y la Virgen, como el nacimiento de María, su desposorio, el nacimiento de Cristo o la asunción de la Virgen. Asimismo, en la tabla central figura San Jorge, como titular de la primitiva iglesia de Triana.