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Oro y terciopelo para una coronación canónica: Fernando Carrasco. ABC Sevilla.


Fernando Carrasco ABC Sevilla. Un canto a la Eucaristía. Así define Antonio J. Dubé de Luque la corona con la que será coronada mañana, en la Catedral de Sevilla, la imagen de Nuestra Señora de la Palma. Y es que como titular de una Hermandad que es Sacramental, el imaginero y pintor sevillano ha querido que prime en todo el conjunto de la presea. Es por ello que en la hornacina frontal aparece una reproducción de la Custodia de San Antonio de Padua, y en la parte trasera, la Inmaculada Concepción. Precisamente el canasto está rodeado por seis seises de oro, oro blanco y brillantes aguamarina.

La decoración de la corona está inspirada en el manto de la Virgen, apareciendo uvas y espigas de trigo. Otra de las particularidades es que la presea no lleva imperiales, pero sí una diadema conformadas por palmas que van enlazadas con lazos de brillantes, y que está rematada con el escudo franciscano -la cruz lleva el Santo Sudario, que es titular de la corporación del Miércoles Santo- y justo debajo pende una paloma, símbolo del Espíritu Santo.

Por lo que respecta al resplandor, todos los rayos son independientes y son unos querubines los que sostienen en sus manos los distintos escudos que se han insertado en la corona: el del Papa Juan Pablo II, el de Benedicto XVI, las cinco llagas franciscanas; el escudo cardenalicio, el del Cabildo Catedral, el de la ciudad de Sevilla, el de San Antonio, el del Centro de Estimulación Precoz, el de la Hermandad y la Parrilla de San Lorenzo.

Ha sido, como señalábamos al principio, diseñada por Dubé de Luque y realizada por el taller de Manuel de los Ríos, esto es, Orfebrería Andaluza. El orfebre precisó a ABC que para la realización de la corona se ha utilizado oro de 22 kilates, oro de 18 kilates y oro blanco, además de brillantes amatistas, perlas y zafiros.

Casi cuatro kilos y medio

Los trabajos dieron comienzo a finales del mes de junio y la presea pesa, aproximadamente, unos 4,300 kilogramos, todo ello por medio de las distintas donaciones que han hecho los hermanos, devotos y fieles, algo que se planteó desde el principio la junta de gobierno de la Hermandad del Buen Fin y que se ha llevado a cabo.

Los hijos de Manuel de los Ríos, Antonio y Joaquín, explicaron a ABC la composición de la presea en oro y oro blanco, lo que ha supuesto una mayor dificultad a la hora de trabajar, y la cuestión de que la corona esté labrada a dos caras. «La mano de obra ha sido muy minuciosa y se puede decir que son dos coronas, ya que la parte delantera es distinta a la trasera». Igualmente, destacaban que al no llevar imperiales, «el canasto es más alto que en otras coronas, y la cogida a la imagen es más difícil, aunque ya hemos hecho las pruebas pertinentes y todo ha quedado bien».

Asimismo, desde el taller se significaba la importancia de esta corona, ya que a juicio de los autores materiales, «no es ni mejor ni peor que otras, sino que refleja la personalidad de la imagen y de la propia hermandad».

Manto y toca

Si en los talleres de Orfebrería Andaluza se ha llevado a cabo la realización de la corona para la coronación, en el taller de José Ramón Paleteiro se ha restaurado por completo el manto procesional de la Virgen de la Palma y se le ha hecho una nueva toca de sobremanto. Ambas piezas las lucirá la imagen de Nuestra Señora de la Palma mañana sábado.

Por lo que respecta al manto, realizado en su día por José Caro, se encontraba, a decir de Paleteiro, «en muy mal estado, de tal forma que en algunas partes había hasta tres terciopelos distintos sobrepuestos. Igualmente, el 90 por ciento de las piezas estaban bordadas directamente sobre el terciopelo, por lo que el manto tenía una dureza extrema. Incluso tuvimos que ayudarnos, al principio, de alicates para poder introducir las agujas».

El manto se ha pasado a nuevo terciopelo de Lyon, con un ancho especial, recuperándose el color original, el azul marino, ya que con el paso del tiempo había derivado «en un azulón. Ahora mismo tiene el mismo color que el techo de palio».

Limpieza del palio

José Ramón Paleteiro también ha cambiado todas las lentejuelas de las venas del manto, utilizándose tres clases distintas, restaurándose asimismo todos los bordados, recuperándose las partes en briscado y las de cordón, tal y como se concibió el manto en su día.

Los trabajos han durado aproximadamente once meses y en este tiempo también se ha procedido por el taller de José Ramón Paleteiro a la consolidación y limpieza de las bambalinas, cuyo estado no era el más óptimo. Como dato a tener en cuenta, a las bambalinas han tenido que añadírsele hasta cuarenta flecos.

Otro de los estrenos de la Virgen de la Palma será la toca de sobremanto que ha realizado el mismo taller macareno sobre el diseño de Antonio J. Dubé de Luque, una pieza de malla con cartulina, hojilla y muestra armada, en oro de 24 kilates.

La toca de sobremanto, además, cuenta con inserciones en tonos verdes en los adornos de las palmas, apareciendo el color rojo en el fondo de la corona del escudo de la hermandad, que se sitúa justo en el medio de la pieza.










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