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'Estaría bien que Sevilla fuera la sede de la próxima conferencia de paz'. Terra /Vocento VMT.


¿Es posible la paz entre sus pueblos?

Gari Baltiansky: No es imposible llegar a un acuerdo de paz, pero no sabemos cuánta sangre, cuánto tiempo y cuánto dinero va a costar. Se llegará a la paz en el momento en que los dos pueblos entiendan que es en interés de cada uno y que el precio real a pagar, es nada.

Riad Malki: Hay que conseguir la paz, y sobre todo hacer que la gente de uno y otro lado se conozcan, cruzar los muros y conseguir que tengan una visión y un interés común

¿Son beneficiosos y necesarios este tipo de contactos, las conferencias fuera del país?

R.M.: Intercambiar opiniones, hablar con otras personas y hacerlo en otro país, en este caso aquí en Sevilla, siempre es beneficioso, porque a nosotros nos es en ocasiones muy difícil vernos en Israel. Yo, por ejemplo, tengo prohibido por el estado de Israel salir de Ramala, y si tengo una reunión, debo pedir permiso varias semanas antes, y en ocasiones, la autoridad militar israelí la concede en el último momento. Así acaban con el interés y el deseo de encontrarse.

G.B.: Gran parte de la tragedia de Israel y Palestina es que los pueblos no se pueden encontrar y no se conocen. La imagen que tienen los israelíes de los palestinos son las de la televisión: extremistas o terroristas. Y, por otro lado, el palestino identifica al israelí con el soldado y el colono radical. El trabajo que tenemos que hacer las Ong's es acercar a los pueblos.

¿El diálogo no es posible entonces dentro de Israel?.

R.M.: Es difícil, por eso es tan importante esta reunión en la Fundación Tres Culturas, porque hemos podido salir del ambiente de guerra y encontrar, entre seres humanos, puntos comunes. Hay que intensificar este tipo de reuniones.

G.B.: Lo que no existe ahora entre israelíes y palestinos es negociación, hay una moda de unilateralismo y así no se puede llegar a la paz. Israel sacó a sus colonos de la franja de Gaza, pero ahora tiene que comenzar a hacer un proceso de diálogo. Y es, sobre todo, muy importante, que el mundo no se olvide de nosotros.

¿Creen que el mundo ha olvidado el conflicto entre israelíes y palestinos?

R.M.: Yo creo que el mundo está lleno de problemas y no se puede ser egoísta. Nosotros no concitamos la atención mudial todo el tiempo. Lo que ocurre es que Sharon organiza la salida de Gaza pero luego fortalece el control israelí en Cisjordania, algo que el mundo ignora, y por otro lado, continúa con la construcción del muro. Así es difícil darle una oportunidad a la paz.

¿Qué hay que hacer para que israelíes y palestinos se entiendan definitivamente?

R.M.: Es importante que la presión internacional obligue a solucionar el problema en un tiempo límite, y de no hacerse así, que intervengan las Naciones Unidas para forzar una solución. Sin esta presión va a ser difícil iniciar un proceso de paz. Pero, además, Sharon no ha hecho nada para fortalecer el liderazgo de Abbas, ni siquiera le permite, por ejemplo, trasladar policías palestinos de Ramala a Nablus para imponer orden o que éstos lleven armas para defenderse.

G.B.: Es necesario que Mahmud Abbas sea un líder fuerte y que tenga más control sobre la población. Israel y el mundo deben ayudar a que Abbas sea un interlocutor con fuerza para negociar con Sharon, porque éste dice que no puede llegar a un acuerdo porque Abbas es un líder débil. La paz será posible cuando tengamos en ambos lados líderes fuertes. Si fuera así hoy, Sharon se vería obligado a negociar.

Disculpe que les pregunte esto, pero ¿han perdido ustedes a alguien cercano durante estos años de conflicto?

R.M.: (Se queda fíjamente mirando hacia otro lado y asiente rápidamente con la cabeza)... A muchos.

G.B.: Mi secretaria, una mujer estupenda de 28 años, murió en un atentado terrorista en un café de Jerusalén.

R.M.: Es difícil, muy difícil, pero por otro lado es un sentimiento que no sólo pertenece a uno mismo, sino que es general. Ves que todo el mundo sufre y eso te permite la recuperación en el sentido de superarlo juntos. Miras también hacia el otro lado, y ves que la gente también sufre, muere, llora. Llegará un día en que eso nos obligará a buscar salidas conjuntamente.

G.B.: Es un precio muy alto, y no sólo la muerte, sino personas que ya no viven a tu lado, que han tenido miedo y se han marchado o que, incluso, tienen miedo a salir de su propia casa, tanto en Israel como en Palestina. Lo que quiere la gente, en ambos lados, es una vida normal. Ni los que viven en Gaza ni en Tel Aviv tienen la vida que se merecen.

La historia dice que la convivencia ha sido posible en otros tiempos

G.B.: En efecto. Aquí en Sevilla, por ejemplo convivieron musulmanes, judíos y cristianos y pudieron crear juntos y potenciar las tres culturas.

R.M.: A mí me encanta esta ciudad y estamos muy agradecidos al apoyo que nos han prestado tanto la Fundación Tres Culturas, como el Ayuntamiento de Sevilla y el gobierno de Andalucía. Hace catorce años hubo en España una importante conferencia por la paz y quizás sería bueno que se organizara otra....

G.B.: Podría ser Sevilla la sede de la próxima conferencia por la paz.

R.M.: Quizás..., Sevilla, sí, estaría muy bien.

Noticia de www.terra.es










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