La Exposición Aguja y Oro podría tener una II edición en Andalucía.

Arte Sacro. Según comenta Victor García Rayo en el Boletín de las Cofradías del mes de noviembre de 2005, los responsables de esta magnífica exposición no descartan una segunda edición de Sevilla Aguja y Oro. De hecho, el propio comisario ya ha comenzado a diseñar la que podría ser la segunda edición de la muestra. Se desconoce aún el lugar y el formato, pero es posible que la exposición se quede en Andalucía. Por el momento, en esta primera edición italiana,  se esperan unas cien mil visitas. “Sevilla Aguja y Oro” está recibiendo una buena acogida en Roma, el aplauso de los medios de comunicación y de los distintos sectores artísticos y empresariales de la capital.   

La exposición Sevilla, Aguja y Oro, dedicada exclusivamente al bordado en hilo de oro realizado en Sevilla, quedó inaugurada el pasado 11 de octubre en la capital italiana. Desde entonces, miles de visitantes han accedido a las instalaciones del Museo Nacional de Arte y Tradiciones Populares de Roma. Esta muestra ha traspasado las fronteras de España con la intención de mostrar parte del patrimonio histórico-artístico de nuestra tierra. La fecha del 11 de octubre de 2005 ha marcado un hito en este sentido, pues ha quedado inaugurada una muestra pionera en el mundo.

Más de cien piezas de valor incalculable forman parte de la exposición. Se trata de bordados de distintos siglos, de diversas etapas y formatos artísticos, que han quedado expuestos en Roma en base a un criterio de bloques temáticos que facilitan la comprensión al visitante.

Espacio expositivo

Los organizadores han diseñado un esquema expositivo de enorme interés que facilita el recorrido histórico por el arte tradicional de nuestra Semana Santa. Son 1.500 metros cuadrados ocupados por siete salas, todas conectadas entre sí, que permiten comprender la intención de la muestra. 

Patrocinio López, las Hermanas Antúnez, Rodríguez Ojeda, Garduño, todos los autores están presentes en un completo catálogo en el que han participado numerosas Hermandades de Andalucía, especialmente de Sevilla.

Después de un año y medio de intenso trabajo, el comisario de la Exposición y conocido cofrade Antonio Garduño Lara, ha cumplido el sueño de mostrar al mundo la riqueza y la importancia del bordado sevillano en oro, actividad antigua y esencial en Andalucía, relacionada sin duda con nuestras Hermandades y Cofradías.  

Las piezas más aplaudidas 

La entrada al recinto se convierte en momento inolvidable. Una gran escalera de mármol conduce a la entreplanta. En ese lugar, escoltado por dos grandes columnas, aparece completamente abierto y rematado por corona el manto de la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso. Luis Miguel Garduño –responsable del montaje- ha sido capaz de darle al manto un movimiento sutil que provoca una visión original: parece que el manto está a punto de escaparse, de salir volando. Una vez arriba, otra pieza se hace protagonista de la Exposición. El palio de la Virgen de la Estrella, que está montado completamente. Los visitantes se encuentran con un paso entero –con la ausencia de la Virgen- y se entretienen en darle la vuelta una y otra vez.  La túnica del Señor de Pasión, ubicada a la altura de los ojos, también logra especial protagonismo en sala. Los asistentes comprueban de cerca la riqueza del bordado y la importancia del diseño.

Éxito en la inauguración

El pasado día 11 de octubre quedó oficialmente inaugurada la Exposición Sevilla Aguja y Oro en el Museo Nacional de Arte y Tradición popular de Roma. Cientos de visitantes acudieron a la primera jornada de la muestra, que acoge más de un centenar de piezas y que permanecerá abierta hasta el 15 de enero de 2006. Además de los representantes del gobierno italiano o de la Junta de Andalucía, la Comisión Artística del Vaticano envió a varios de sus representantes a las instalaciones del museo en la noche del día 11.

En cuanto a representantes de las cofradías sevillanas, asistieron al acto de inauguración miembros de las Juntas de Gobierno de Hermandades como la Estrella, Penas, Gran Poder o Carmen de San Gil. En la terraza del museo se sirvió un menú sevillano regado con manzanilla de Sanlúcar. Clásicas marchas procesionales protagonizaban el ambiente musical. Frente a la terraza, la luna llena iluminaba la noche romana.

La Sevilla cofrade se había hecho presente en la capital de Italia. Antonio Garduño no podía ocultar su satisfacción: “Hemos trabajado mucho para llegar aquí. Nuestras Hermandades pueden estar orgullosas porque en este museo tenemos un trozo de cada una, bien en piezas bordadas o bien en el recuerdo. Todas están aquí. Ahora debemos seguir trabajando para que el mundo entero comprenda la importancia del bordado sevillano y sus aplicaciones de cara al futuro. De momento están comprobando en Roma la riqueza que somos capaces de darle a nuestras imágenes, a nuestras cofradías, a todo lo que queremos. Miles de personas se han dejado sus manos, su sudor, en lo que ahora contemplamos. Creo que estamos obligados a sentirnos muy orgullosos de nuestra tierra esta noche”.   

Las salas, una a una

SALA I.- ARTE E ARTIGIANI. (Arte y artesanos).

En la primera sala el espectador se adentra en el universo del bordado, en su historia y su técnica. La sala culmina con el bordado sevillano concreto. Dos bordadoras trabajan in situ al objeto de que el visitante conozca la forma de bordar en hilo de oro.

SALA II.- SFILATA BIBBIALE. (El desfile bíblico-procesional).

En este tramo del recinto expositivo entramos en el mundo cofrade, ímtimamente ligado al arte del bordado a través del tiempo. La Iglesia siempre ha sido su principal demandante. Las insignias son las auténticas protagonistas de este espacio.

SALA III.- SOTTO PALIO. (Bajo palio).