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La historia de un manto quemado, vendido y recortado que hoy admiran en Bollullos


 Eduardo Fdez. López. Siete y media de la tarde del 26 de marzo de 1893 en la Plaza de la Constitución, hoy Plaza de San Francisco de Sevilla, en ese momento procesiona por la misma el paso de palio de María Stma. de la Amargura y una vela que alumbraba a los costaleros colocada bajo el manto provocó un incendio del que daría comienzo la historia de idas y venidas de un manto.

Se trata del manto que el bordador Joaquín Díaz realizara en 1890 para la venerada dolorosa del Domingo de Ramos, fue bordado en oro sobre terciopelo negro en estilo romántico clásico siguiendo un dibujo asimétrico, con grandes hojas de acanto que cubren toda la superficie del mismo y que le costó a la Hermandad 3500 duros.

Tras el incendio, el reconocido Juan Manuel Rodríguez Ojeda compra el manto para arreglar sus desperfectos y en 1905 se lo vende a la Hermandad del Amor, luciéndolo tal y como fue concebido por la Virgen del Socorro hasta que en 1929 con motivo de la Exposición Mariana que tuvo lugar en la Iglesia del Salvador dentro de las celebraciones de la Exposición Iberoamericana es pasado a terciopelo azul para ser expuesto junto al paso de la dolorosa en la mencionada exposición.

 Tan solo nueve años más tarde y en la reforma de los pasos procesionales de la cofradía de El Amor es vendido a la Hermandad de Jesús Nazareno de Bollullos par del Condado, esta cofradía que recorre las calles de este pueblo onubense cada Madrugada del Viernes Santo se ve obligada a recortarlo al ser su paso de palio de inferiores dimensiones al de la Virgen sevillana del Socorro, realizando con lo sobrante un Simpecado Concepcionista.

Y así es como llega hasta nuestros días, portándolo la Virgen del Pasmo cada Madrugá, una dolorosa cuya advocación, única en el mundo proviene de un pasaje bíblico, del Evangelio de Nicodemo: 'Al oír la Virgen el relato quedó transida de dolor, y se fue enseguida, acompañada por Juan, Marta, María Magdalena y Salomé, a la calle de la Amargura', fue en ese momento cuando la Virgen se pasma de dolor.

Esta imagen fue realizada por Antonio Castillo Lastrucci en 1938, el mismo año en el que llegó a la Hermandad para sustituir a la anterior perdida en los trágicos sucesos de la Guerra Civil. 

 El manto vuelve a Sevilla en varias ocasiones, como la exposición organizada por la Caja San Fernando en 1980 en una muestra que recogía enseres de valor que pertenecieron a las cofradías sevillanas, allí se expuso bajo el palio que estrenó la Virgen del Socorro en 1929, realizado por Hijos de Miguel Olmo y en el que  procesiona la Virgen de la Encarnación de Carmona.

También pudo verse en la extinta Munarco del año 2004 cuando la misma estuvo dedicada a las Hermandades de la provincia onubense. 

Con motivo del 75 aniversario de la dolorosa bollullera, esta realizó el pasado sábado 5 de octubre una procesión extraordinaria, fue una buena ocasión para ver en todo su esplendor, procesionando por su actual pueblo y con su Virgen un manto cuya enrevesada historia hoy queríamos enseñarle.

Y para terminar y ya metidos en este interesante apartado del mundo cofradiero recordando enseres sevillanos que un día emigraron a otras localidades recordarles que el manto que después de este llevó la Amargura de Sevilla pueden verlo junto al palio, que también perteneció a la Amargura, el próximo domingo 13 de octubre en Jerez de la Frontera con motivo de la salida extraordinaria de la Virgen del Desconsuelo con motivo del tercer centenario de su bendición.

Fotos: Eduardo Fdez. López.










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