Arte Sacro
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Nombramiento de Camareras de la Divina Pastora y Santa Marina


 Arte Sacro. Todas nuestras hermandades, aunque son asociaciones públicas de fieles que congregan a todos aquellos que se sienten unidos espiritualmente a las sagradas imágenes que se veneran como titulares, tienen a su alrededor un grupo de personas que trabajan continuamente por el óptimo funcionamiento y feliz resultado de los trabajos que conlleva el cumplimiento de los fines de la Hermandad.

Junto a la junta de gobierno ofrecen su esfuerzo y dedicación diferentes personas que ejercen diferentes puestos, como auxiliares y camareras. En la Hermandad de la Divina Pastora y Santa Marina, desde el fallecimiento de Ascensión Rodríguez Berraquero, que a la fecha de su óbito ocupaba el número 1 de su nómina y había sido honrada con la Medalla de Oro de la Hermandad y el título de Camarera Honoraria Perpetua, este título siempre ocupado por mujeres desde el año 1705, en que por primera vez se expuso al culto la imagen titular; este cargo de Camarera, como decíamos, había quedado vacante, mientras que seguía ejerciendo sus funciones de auxiliar de camarera la hermana María del Carmen Pernía Romero.

A pesar de ser Ascensión la única mujer que servía a la Divina Pastora como camarera en 1937, con el paso del tiempo y a consecuencia de sus dificultades para ejercer el cargo con la diligencia con la que siempre lo había llevado, Ascensión precisó la asistencia de diferentes vestidores, que fueron auxiliándola en la labor, tarea que actualmente desempeña Álvaro Martín González, a la sazón Prioste 1º de la Hermandad y sacristán de la capilla. Especialmente a partir del año 2000, cuando Ascensión fue honrada con la mencionada Medalla de Oro y el título de Camarera Perpetua, se planteaba por la junta de gobierno el cuidado en la recuperación de la vinculación de la familia Rodríguez con la corporación, que en ese momento, aunque no habían dejado de pertenecer a ella los sobrinos de Ascensión y sus descendientes, a causa de de los diferentes cambios históricos, se había enfriado o distanciado sin un verdadero fundamento. En el empeño de mantener en el lugar de privilegio que le correspondía a la familia Rodríguez, desde principios del presente siglo hasta la actualidad se cuidó de invitar especialmente a dichos hermanos nuestros, concediéndoles, por protocolo y en cumplimiento de las Reglas de las Hermandad, lugares de privilegio en las celebraciones, así como cargos y responsabilidades de diferente calado, especialmente en la Junta Consultiva y de Regencia de nuestra ciudad.

Habiéndose creado en el año 2004 la Insignia de Oro como distinción a instituciones especialmente relevantes en la historia de la ciudad y personas que no fueran hermanas de la Hermandad, no podía entregarse esta Insignia ni a Ascensión ni sus herederos.  Años más tarde, se abrió el perfil a los hermanos, y tras haber distinguido con ella a sacerdotes, instituciones, hermandades y personalidades del arte y la cultura, se decidió en el pasado año 2012, en el transcurso del cabildo general reconocer con la Insignia de Oro a la empresa familiar Casa Rodríguez, regentada actualmente por Concepción Rodríguez Cordero, la cual le fue entregada en la función principal de instituto del pasado año 2013. Unos meses antes, desgraciadamente, en concreto el día 31 de julio del mismo año, tuvo lugar el fallecimiento de la querida Ascensión, demostrando la Hermandad el aprecio y el reconocimiento a la tarea de Ascensión con diversos detalles especialmente en sus exequias.

A lo largo de todos estos años, con pasos firmes y seguros, la familia Rodríguez, que no había dejado de considerar a la Hermandad como suya, tomó conciencia de la responsabilidad histórica que les corresponde, dado que es el apellido que más años lleva vinculado a la corporación. Concretamente, la genealogía de los Rodríguez está vinculada a otro importante apellido, del Real, el cual, aunque no podemos documentarlo por no existir ninguna información al respecto, está unido a nuestra hermandad desde su fundación, y tuvo su máxima importancia en la persona de Manuel del Real García, que ostentó durante más de cuarenta años en el siglo XIX el cargo de Mayordomo en la Hermandad, auténtico responsable de su pervivencia a lo largo de dicha centuria, tan irregular en diversos aspectos y que cambió el tinte plenamente nobiliario de la corporación por la presencia mayor y protagonista de los vecinos del barrio de Santa Marina y otras familias burguesas industriales y artesanas, como la suya, que tomaron a su cargo el gobierno de la Hermandad, recayendo en las mujeres de la familia la responsabilidad de servir a la Divina Pastora como sus camareras.

De esta manera, la dinámica que se venía llevando a cabo desde el siglo XVIII, nombrando dos camareras de la Divina Pastora, una de mayor edad y otra más joven, se mantuvo dentro de la familia, heredando el cargo normalmente no de madres a hijas, sino de tías a sobrinas. Así, ocuparon el cargo mujeres tan relevantes en nuestra historia Rafaela Rus del Real o Patrocinio Vázquez del Real, ésta última bordadora y posiblemente autora de gran parte del patrimonio de bordados de la Hermandad. A esta misma familia pertenecen Eduardo Rodríguez del Real, Eduardo Rodríguez Rodríguez y Eduardo Rodríguez Berraquero, bisabuelo, abuelo y padre respectivamente de Concepción Rodríguez Cordero, heredera de Ascensión y, en cumplimiento de la historia, heredera directa del servicio de camarera de la imagen de la Divina Pastora de nuestras Almas. 

Especialmente a partir del mes de octubre, la junta de gobierno de la Hermandad se propuso que Concepción (Concha Rodríguez para los más allegados) recibiera el legado que la historia le entregaba, ejerciendo como Camarera junto a María del Carmen Pernía Romero, auxiliar de su tía durante varios años, este cargo tan honroso. Concha recibió la propuesta el día 25 de diciembre del presente año, aceptándola con agrado, lo que asegura, por el momento, la pervivencia de la tradición de la familia Rodríguez en la Hermandad.

Confirmado también el deseo de María del Carmen Pernía de continuar, ya como Camarera titular, al servicio de la imagen, aceptada dicha decisión por la Junta de Gobierno, toca esperar al cabildo general del mes de octubre del presente año 2014, en el cual se reformarán los artículos del Reglamento de Régimen Interno que aluden a la existencia de una sola camarera, formulados de esa forma para salvaguardar en vida de Ascensión su título indiscutible de camarera. Dicho reglamento ha permitido también realizar el nombramiento de la hermana Estefanía Vázquez González como camarera del lienzo primitivo de la Divina Pastora, según se tomó acuerdo de cabildo de oficiales el pasado día 27 de febrero.

Esta hermana, que se ha distinguido desde su ingreso en la hermandad por su voluntad de colaboración, tiene a su cargo el cuidado de una de las reliquias históricas de la corporación, verdadero germen y origen de la devoción pastoreña. Una vez se produzca la reforma necesaria del Reglamento para que la designación de dichas tres camareras se produzca de manera simultánea, la Junta de Gobierno confirmará el nombramiento y, Dios mediante, Concepción, María del Carmen y Estefanía tomarán posesión de su cargo el 8 de diciembre, con la imagen en Besamanos. La Hermandad agradece a todas ellas su disposición y ofrecimiento y eleva votos a la Divina Pastora para que las guarde y conserve en este empeño y sirvan, como representantes de la historia y de la juventud que distinguen también a la hermandad, a la titular con el máximo celo, cariño y fervor.

Foto: Francisco Santiago.










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