Provincia. La Divina Pastora paseó por las calles del barrio de San Juan de Marchena

Manuel Pinto Montero. Un año más la bendita imagen de la Divina Pastora de las Almas volvió a recorrer las calles de Marchena en una gloriosa jornada de fervor mariano. La feligresía de San Juan aguarda el transitar de la Divina Pastora por sus engalanadas calles cada mes de septiembre desde que en el año 2015 se recuperara esta antigua devoción marchenera.

La talla de la Divina Pastora, obra anónima de finales del siglo XVIII, procesionó sobre sencillo paso con respiraderos de madera tallada y dorada y alumbrada por seis candelabros de guardabrisas. Lució la Santísima Virgen saya bordada en oro a realce sobre tisú de plata y manto rojo bordado. Sobre sus sienes portaba bello sombrero y aureola de plata, en su mano izquierda cayado de plata y ramillete de flores, mientras que su mano derecha se posaba sobre una oveja.

La procesión tuvo momentos especialmente bellos en la calle Padre Marchena donde se rezó a compás de sevillanas y donde el cielo se iluminó con un castillo de fuegos artificiales mientras cientos de pétalos caían a los pies de la Divina Pastora a los sones de Pasan los Campanilleros interpretada por la Banda de Música Villa de Marchena.

Cercana a la media noche las campanas de la torre de San Juan Bautista repicaban anunciando la llegada de la Divina Pastora a su casa donde recibe las oraciones de su barrio de San Juan que ya espera impaciente la llegada de un nuevo mes de septiembre.

Fotos: Manuel Pinto Montero.