Visto en esta pasada Semana Santa. Hnos. García Acevedo
Daniel García Acevedo. Entre las muchas cosas que hemos visto esta Semana Santa, destacamos las siguientes:
Por mucha campaña publicitaria que haga Lipasam, seguimos dejando mucho que desear en el aspecto de la limpieza. Nos cuesta usar las papeleras, nos cuesta guardar los envases que hemos utilizado y depositarlos en cualquiera de los múltiples contenedores destinados a tal efecto. Estas imágenes corresponden al Martes Santo y el lugar es la plaza de la Alfalfa. Imagínense lo que pueden pensar los visitantes que hubiesen pasado por el mismo lugar y a la misma hora que nosotros y vean esta más que desagradable imagen...
Por el contrario, destacar la rápidez con la que actúan los operarios de la limpieza pública que nada más termina de pasar el último de los pasos de la cofradía, se despliegan con varios de sus empleados y vehículos para recoger la gran cantidad de desperdicios que depositamos en la misma calle. Pero como dice su eslogan, no puede haber un operario detrás de cada uno de nosotros.
El aumento de los precios que se produce en todos los bares, cafeterías, restaurantes y puestos de bocadillos en nuestra ciudad. Realmente no sabemos si esta actuación es legal o no, simplemente nos muestran una lista de precios, sin firma ni sello del organismo competente y no nos queda otra que abonar lo que nos solicitan. En estas fechas estos establecimientos hacen su agosto (en algunos casos su agosto, septiembre y octubre), pero, ¿porqué tenemos que pagar más por lo mismo?
Otra de las cosas reprochables que hemos podido ver es el paso por en medio de las cofradías, aun habiendo sitio suficiente alrededor, para pasar y no molestar al cortejo de nazarenos. De acuerdo que hay que cruzar a la acera de enfrente. De acuerdo que a veces no nos queda más remedio que avanzar un tramo entre las filas de nazarenos, pero estas imágenes hablan por sí solas.
Y por último destarcar el cada vez más numeroso público que se dedica a realizar fotografías molestando a los demás sin tener cosideración a las demás personas que asisten a ver las cofradías. Curiosamente esta personas aparecen el Sábado o Domingo de Pasión, se incrementa el número de ellos el Domingo de Ramos y permanecen entre nosotros hasta el Domingo de Resurrección, día que guardan sus cámaras o móviles y hasta el año que viene.
No queremos acabar este pequeño resumen sin destacar que cada vez cuesta más pasar o esperar a que se disuelvan las bullas, cosa que siempre hemos tenido a gala en nuestra ciudad, el saber estar en ellas sin que se produzca ningún incidente. Pero este año hemos podido ver y oir gritos, abucheos y empujones a diestro y siniestro, sin importarnos quien tenemos al lado, ya sean niños, personas mayores o simplemente otras personas. Y esta vez no le echemos las culpas a los "canis", por que se trataban de personas de todas las edades y con su traje y corbata.
Fotos: Juan Alberto García Acevedo.