Fallece el investigador Juan Carrero a los 72 años. Carlos Navarro Antolín. Diario de Sevilla.
El mundo de las cofradías perdió ayer a todo un referente y a un pionero en materia de investigación de la Semana Santa de Sevilla y de la religiosidad popular andaluza. Juan Carrero Rodríguez (Sevilla, 1934) falleció en la mañana de ayer en el Hospital Virgen del Rocío víctima de una dolorosa enfermedad. Carrero era consiliario segundo de la junta de gobierno de la Hermandad de las Penas de San Vicente, donde ha estado considerado siempre como toda una institución. LLevaba más de sesenta años estudiando el mundo de las cofradías desde diversas perspectivas, prueba de ello son sus numerosas publicaciones, en alguna de las cuales ha estado trabajando hasta sus últimos días. El funeral se celebra hoy a las diez de la mañana en la Parroquia de San Vicente. La misa será oficiada por el párroco Antonio Mauri, director espiritual de la corporación. El entierro será dos horas después en el cementerio de San Fernando.
Carrero deja una bibliografía sobre la Semana Santa donde destacan las siguientes obras: Anales de las cofradías sevillanas (dos ediciones), Diccionario cofradiero (cuatro ediciones), Índice del boletín de las cofradías de Sevilla, Historia de las cofradías de Sevilla, Enciclopedia de la Semana Santa de Sevilla (veinte tomos), Esperanza Elena Caro, maestra del bordado en oro y Hemeroteca cofradiera (con dos tomos publicados y nueve que estaban en proyecto).
Su dedicación era la de revisar, actualizar, confirmar y corregir datos y más datos. Su Gran Diccionario (Almuzara, 2006) contiene más de 5.000 voces de la jerga de la Semana Santa. Su obra sobre las principales efemérides de cada hermandad es conocida popularmente como los Anales de Carrero. Las cofradías le deben a la constancia y a la perseverancia de este reconocido cofrade de las Penas de San Vicente varios descubrimientos: la autoría de los ángeles mancebos del misterio del Dulce Nombre, de Francisco Antonio Gijón, o que Alfonso XIII no ha sido el único monarca en presidir una cofradía, ya que Alfonso XII lo hizo en el Santo Entierro en 1877.
Su diccionario surgió de una labor paciente de anotación de términos mientras elaboraba los Anales. Nunca pensó en preparar el diccionario, pero había acumulado tal material que se trataba de una empresa obligada.
Ha intentado certificar la autoría de Pasión y de la Macarena, pero no le fue posible. Siempre ha apuntado a Castillo Lastrucci como el autor de la Esperanza de Triana. Con su trabajo contribuyó a sacar del anonimato a muchos escultores que trabajaron por encargo de orfebres, como Rafael Barbero, autor de los modelos de ángeles mancebos de las jarras de plata del palio de la Angustia.
Su larga trayectoria cofradiera le hizo merecedor de varias distinciones: la medalla de oro de la Hermandad de las Penas de San Vicente, el Nazareno de Plata del Consejo de Cofradías, El Llamador de Canal Sur Radio o el premio Demófilo de la Fundación Machado.
Tuvo ofertas para realizar los anales de las cofradías de Málaga, pero la rechazó con humildad: "Para investigar hay que conocer a fondo". Ha estado más de 35 años escribiendo en el Boletín del Consejo de Cofradías. Siempre ha admitido que ha sido el principal beneficiado de la modernización de los archivos de las hermandades. En una reciente entrevista comentaba la dificultad de investigar en los años ochenta, cuando casi ninguna cofradía tenía organizados sus archivos debidamente.
Carrero ha sido citado –y lo seguirá siendo– por innumerables autores y por tantos otros que le han negado una mínima referencia. Su obra ha sido un material imprescindible de consulta durante un buen número de años en los que han sido pocos los dedicados a la investigación de la historia de las hermandades sevillanas. "Muchos investigadores me envidian porque no soy universitario", comentó en abril de 2003. Tuvo la oportunidad de conocer los archivos del Vaticano en un reciente viaje a Roma en el que tuvo mucho que ver su Hermandad de las Penas de San Vicente.