Provincia. Dos Hermanas acompañó a Nuestra Señora de Valme Coronada en una nueva Romería
Manuel Pinto Montero. Cada año Dos Hermanas espera impaciente el alba del tercer domingo de octubre para acompañar a la venerada Virgen de Valme hasta su Ermita de Cuartos durante la tradicional Romería que congrega a numerosos devotos.
Tras la misa de romeros celebrada en la Parroquia de Santa María Magdalena Dos Hermanas se llena de colores de las carretas y galeras que siguen a la engalanada carreta de flores que cobija a la Virgen de Valme que va dejando a su paso un aroma a nardo que inunda al pueblo de Dos Hermanas. Ante sus plantas se arrodilló San Fernando allá por 1248 para pedirle ayuda para conquistar Sevilla y por esa intercesión levantó su Ermita en los terrenos de Cuartos. Hoy son miles los devotos que le piden su amparo a la Señora de Valme.
Nuestra Señora de Valme Coronada, imagen gótica del siglo XIII, goza de gran fervor en Dos Hermanas de la que es protectora desde 1897. Unos años antes comienza a celebrarse su Romería desde el corazón de Dos Hermanas hasta la Ermita de Cuartos, esto ocurrió en 1894. La devoción se remonta a 1248 pero no es hasta el siglo XVII cuando se tiene constancia de su Hermandad que ha vivido periodos de decadencia y de esplendor como el que vive en la actualidad.
La Virgen de Valme fue nombrada Patrona del Ayuntamiento nazareno en 1965 y posee la Primera Medalla de Oro de Dos Hermanas otorgada en 1995. Todo ello nos muestra la devoción de un pueblo que se hace latente cada mes de octubre cuando la Virgen cruza el dintel de la Parroquia y camina junto a su pueblo. El blanco y rojo son este año los colores de la Virgen de Valme con el que se ha engalanado su carreta que tirada por bueyes atraviesa una ciudad desde primeras horas.
En Cuartos los vecinos y devotos viven unas horas de convivencia antes de iniciar la vuelta a Dos Hermanas arropando de nuevo a la Virgen de Valme que recibirá los rezos de sus devotos en la Capilla del Sagrario, lugar al que llegan todas las súplicas del su pueblo nazareno que aguarda la llegada de un nuevo octubre para caminar junto a su Virgen de Valme como ya lo hiciese el Rey San Fernando.
Fotos: Manuel Pinto Montero.