Los Ojos de la Estrella. Antonio Sánchez Carrasco
Debian de estar ya los restos de Kirk en el recuerdo y sólo recordaba a un Kirk, aquel llamado Douglas, que lo mismo eran un vaquero, que Espartaco entre otras cosas. Ahora Kirk era el final de un huracán que dejó días de mucha lluvia por toda Sevilla. La calle San Jacinto no iba a ser menos y el gran mural preparado por Rubén Terriza y Daniel Franca con una gran foto de Albarrán donde se podía ver la Virgen de la Estrella en un plano medio, sufrió los desmanes de las lluvias que por momentos fueron torrenciales y sólo quedaron claros los ojos de la Estrella. La Virgen que más llora en Sevilla. La hermosa Dolorosa que abría la Semana Santa de aquel Hijo de Trianero que nació en el Cerro del Águila y que ahora les escribe. El mismo que estaba en el Puente tras su reapertura y corrió como todos cuando la estructura empezó a vibrar al paso de la Estrella. Sólo tus ojos aquel manantial de vida pues es vida la que nos dio tu Hijo y lo que causa tu pena a la vez. Pronto saldrás a la calle como aquel día lluvioso que ibas a la Catedral a ser coronada y yo desde mi móvil iba recibiendo noticias vía sms de tu movimiento mientras venía del Cerro en autobús. Cuando salgas es probable que ya no quede nada de ese gran mural, pero si quedara algo que fueran tus ojos esos que se mantienen a pesar del tiempo meteorológico y que quedarán allí para recordarnos que tu pena es vida eterna, aunque ver como se pierde el gran mural nos vuelve a recordar que somos levedad y que tu salida aún no celebrada ya mismo será un recuerdo. Pero a pesar de que el tiempo pase siempre te veré, Madre, con la mirada de aquel niño de pantalón corto que siempre veía en tus ojos el inicio de la gloria de empezar una nueva Semana Santa.
#LosLunesAlSol
Foto: Antonio Sánchez Carrasco.