La Reina de Todos los Santos realizó su salida procesional desde Santa Marina
Fco Javier Montiel. La hermandad de Todos los Santos puso ayer domingo, 10 de noviembre, punto y final a sus cultos anuales. Tras celebrarse en días pasados la solemne novena. Este año los cultos no se han celebrado en Omnium Sanctorum debido a las obras de restauración del templo, por lo que han tenido lugar en la iglesia de Santa Marina, sede de la hermandad de la Resurrección.
El domingo por la mañana tuvo lugar la función principal y ya por la tarde realizó la tradicional salida procesional de la Stma. Virgen.
Esta procesión, que pasa por ser de las más multitudinarias, comenzó a salir a las 18.00 horas desde la parroquia de Santa Marina, por encontrarse fuera de su parroquia. El itinerario fue el siguiente: Plaza del Señor de la Resurrección, San Luis, Relator, Amargura, Plaza de Calderón de la Barca, Feria, Plaza de Montesión, Plaza de los Maldonados, Almirante Espinosa, Infantes, San Blas, Inocentes, San Luis y Plaza del Señor de la Resurrección sobre las 22.00 horas.
En el cortejo estuvieron los estandartes de las hermandades de la feligresía, con los hermanos mayores y representaciones de otras corporaciones en la antepresidencia. También estaban presentes el párroco de San Julián, Amador Domínguez Manchado, el hermano mayor de la Resurrección, Eugenio Manuel Gómez Pina, el hermano mayor de Todos los Santos, Joaquín de la Peña, y Ginés González de la Bandera Romero, párroco de Omnium Sanctorum y San Marcos.
Antonio Santiago, junto con sus auxiliares mandó con la maestría que le caracteriza a los costaleros que llevaron el paso de la Stma. Virgen, que contó con la música de la banda del Maestro Tejera, que interpretó durante la primera chicotá "Aurora de Resurrección", aún dentro de la iglesia, mientras realizaba un saludo a la Virgen de la Aurora.
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Este año la Virgen llevó el manto de terciopelo rojo bordado en oro a realce, de finales del siglo XVIII. En 1939 fue transformado en el taller de Esperanza Elena Caro. Fue restaurado en 1990 por el Taller Isbilia.
Los Santizo fueron los encargados de mantender encendidos los candelabros del paso de la Reina de Todos los Santos.
Durante la procesión, la banda del Maestro Tejera interpretó un exquisito repertorio al nivel que nos tiene acostumbrados.
Se estrenó la restauración de los candelabros del paso procesional de Nuestra Señora Reina de Todos los Santos tras haber sido restaurados por el taller de Enrique Castellanos. Las esquinas traseras presentan un revestimiento de estuco coloreado, debido al avanzado estado de deterioro de la madera original, y se dorarán tras la procesión de este año.
Fotos: Fco Javier Montiel