Primer Besamanos a la Virgen de los Reyes: un acto de fe y tradición

Fco Javier Montiel. Desde la tarde del lunes tiene lugar uno de los momentos más esperados por los devotos sevillanos: el primer besamanos a la Virgen de los Reyes, patrona de la Archidiócesis de Sevilla, que este año se celebra en el Trascoro de la Santa Iglesia Catedral.

Para esta ocasión tan especial, la Virgen luce uno de los conjuntos más emblemáticos y ricos de su ajuar: el manto azul de novena, acompañado por la saya de raso bordada en oro y el tradicional pecherín de corales. Este conjunto, reservado exclusivamente para celebraciones de gran solemnidad, está cargado de simbolismo mariano y profundamente vinculado a la historia devocional de la ciudad. Más que un atuendo, es una expresión visual del amor, la reverencia y la fe que Sevilla deposita en su Patrona.

La imagen permanecerá vestida con este conjunto durante toda la novena, subrayando así la importancia espiritual de estos días que anticipan la festividad del 15 de agosto, fecha en la que se conmemora la Asunción de la Virgen María. Fue precisamente en esa fecha —según consta en la historia devocional sevillana— cuando tuvo lugar la primera procesión con la Virgen de los Reyes, organizada en 1248 tras la conquista de Sevilla por el rey Fernando III el Santo, quien le profesaba una profunda devoción y mandó edificar la Catedral sobre la antigua mezquita.

Los cultos en honor a la Santísima Virgen de los Reyes continúan hoy martes con la celebración de la Santa Misa a las 08:30 horas, seguida del besamanos hasta las 14:00 horas. Este acto permite a los fieles acercarse a venerar a la Virgen en un ambiente recogido y profundamente respetuoso. El acceso será por la puerta de San Miguel, como es tradición en los cultos dedicados a la Patrona.

Este besamanos no es solo una ceremonia religiosa; es una manifestación viva de fe, de emoción contenida, de plegarias compartidas en silencio. Una oportunidad para renovar promesas, agradecer favores recibidos y pedir consuelo en tiempos de dificultad. En cada gesto ante la imagen de la Reina de Sevilla se entrelazan siglos de historia, devoción mariana y esperanza.

Fotos: Fco Javier Montiel