Escuela de vida. Antonio Sánchez Carrasco
Nació septiembre con ganas, vino con agitación propia del principio de curso, también en el tema de cofradías. En una de mis Hermandades se publicitaba una escuela de pregoneros, algo que no consigo entender. Algo que se podía haber vestido de un taller de literatura cofrade, pero no, en los tiempos de los conceptos erróneos había que dar uno más en torno a la Semana Santa.
Hubo un tiempo en el que los niños querían ser domínicos como se lee en la estampa que acompaña estas letras. Pero siempre buscando una escuela de vida, no aprender un adorno para lo esencial, sino la esencia en si. Pero ahí estaba la Virgen del Juncal para sacarme de ese mal cuerpo de ver cómo un camino se pierde en vericuetos en vez de ir recto hacia donde debe. Y allí estaba el barrio con su pequeña Virgen. La esencia de aquellos barrios se mantenía el pasado sábado en aquellas calles con nombre de río. Allí donde los de la banda de la Redención empezamos nuestra andadura.
Pasó la Virgen del Juncal como pasaba hace 30 años y los que salían con sus hijos en brazos ahora se agarran al brazo de ellos o a un andador. La Virgen como motor vertebrador de un barrio que sigue adelante en los tiempos de los Airbnb. La Juncal el barrio de grandes fotógrafos como Mariano Ruesga o Pepe Morán y la Virgen de nuestras vidas la del Juncal, la del nombre vasco y el corazón sevillano.
#LosLunesAlSol