Futuros Cambios. Javier Ramos Sáez.

Hay seis futuros cambios que me llaman poderosamente la atención: ¿Volverá Pasión a su antigua sede?, ¿qué será de la futura Carrera Oficial?, ¿cuándo se resolverá el caso de Santa Catalina?, ¿cuál será el futuro de la Iglesia del Salvador?, ¿volverá Las Cigarreras a su capilla de Los Terceros?, ¿cómo quedará el rostro del Gran Poder y la Virgen del Valle?

El futuro es muy incierto en ciertos casos como los que he ejemplificado anteriormente. En una ciudad que progresivamente se queda más atrás con respecto a las más importantes ciudades de España, las promesas y las futuras intervenciones no salen como uno se hubiera imaginado. Siempre hay algún percance y algún atraso que justifique la inoperancia de los que gobiernan que toman las riendas de esta sociedad.

Mal empezamos y mal vamos, señores. La falta de promesas están en el orden del día para sacar unos cuantos votos o para embelesar a los indecisos. Me refiero en todos los ámbitos, tanto civiles como pseudo-religiosos, entiéndase las hermandades.

1. Hay intervenciones que no se permiten fallar o estar en la duda, sea el caso de la Colegiata del Salvador, con muchas empresas en sus miras e incluso el Cabildo. ¿Será la segunda Catedral tal como quiere el Cabildo?, ¿y los horarios de apertura?

2. Sin embargo en otras, sea el caso de Santa Catalina, es una vergüenza. ¿Será porque no tiene el respaldo de otras obras?, ¿será porque no es más importante que el Salvador? No podemos dejar que una iglesia con tanto valor se caiga a pedazos sin remediarlo, sin mover ni un dedo. Una vergüenza.

3. Vergüenza también por el Consejo, que pretende ampliar la Carrera Oficial. Esto tiene sólo un trasfondo económico. Es la comercialización de la Semana Santa. ¿Dónde dejamos su aspecto trascendental?

4. ¿Y los que están en contra del aclarado del rostro del Gran Poder?, ¿viven en la utopía?, ¿quieren a una imagen medio corroída?

En verdad no quieren a su Titular, porque no se puede permitir tal degradación en una imagen que es icono de Sevilla, de su Pasión y costumbres. Si se blanquea la imagen es por su bien; no puede tener tanta suciedad. Amemos lo que es en sí: obras de arte en el fondo. No se puede estar constantemente en el pasado. Vivamos el presente y si el presente es el nuevo Señor del Gran Poder, nosotros tendremos el privilegio de verlo en su estado natural. Atentos a la Virgen del Valle, contemplar su bella factura recién restaurada tendrá que impresionar.

5. Presente como futuro incierto es el traslado que se comenta de la Hermandad de La Columna y Azotes. ¿Cuál será su futuro? Lo cierto es que tienen todo el derecho de ocupar su antigua sede porque les pertenece.

6. Y respecto a la Hermandad de Pasión hay quienes optan por los vagos recuerdos de una nueva sede, la que ya les fue ofrecida y no quisieron. ¿Dejarían su patrimonio sacramental? Está todo dicho.

Foto: Francisco Santiago