La Pastora de Santa Marina ya se encuentra en el Convento de la Encarnación, última etapa antes de la Coronación
Arte Sacro. La Divina Pastora de Santa Marina encara ya la última semana de cultos y actos antes de su coronación canónica el próximo sábado, 27 de septiembre.
Ayer, día 21, la Stma. Virgen fue trasladada en procesión desde la iglesia de Santa Marina hasta el convento de la Encarnacion, sito en la Plaza Virgen de los Reyes, enfrente de la Catedral de Sevilla. Este será el último templo que la corporación de la calle Amparo visite antes del primero metropolitano, desde donde saldrá para su coronación en la Plaza del Triunfo.
Las puertas de Santa Marina se abrieron a las 18 horas, y una representación de la hermandad de la Resurrección despidió en la puerta al cortejo.
La Agrupación musical Santa Cecilia encabezó la procesión. La nueva corona iba en unas pequeñas andas portadas por cuatro personas, obra de Orfebrería Andaluza - Manuel de los Ríos e Hijos, diseño de su maestro actual, Joaquín de los Ríos Noguero.
La corona se ha concebido como una presea compuesta de canasto e imperiales, los cuales sostienen el orbe, labrado en larimar, traído de manera exprogesa desde República Dominicana para la Divina Pastora, y fajado con piedras preciosas engastadas en cada uno de los tramos de meridianos y paralelos que se representan en este tipo de obras. El canasto presenta ocho motivos simétricos y armónicamente distribuidos en el perímetro del mismo, centrados por rocallas de mediano relieve que son timbradas por pequeñas flores de lis, en homenaje a la familia Borbón, que desde hace tres siglos ostenta el cargo de Hermano Mayor Honorario, el cual recae en la persona del Rey de España o sucesor legítimo tras el fallecimiento del anterior.
La corona se completa también con incrustaciones de esmeraldas, brillantes, rubíes, aguamarinas y amatistas, así como cuatro esmaltes que exaltan los dogmas. De cada uno de estos motivos surge el correspondiente imperial con una marcada línea curva mixtilínea, en cuyo grosor se desarrolla la decoración fitomórfica carnosa propia de la orfebrería del primer tercio del siglo XVIII. Sobre ellos, reposa el mundo anteriormente descrito, el cual sirve de remate a la presea que, en unión del aro de estrellas de oro de 2003, que también ha sido restaurado y enriquecido con rubíes, completa en material noble el conjunto iconográfico en estilo concorde a la estética de la Hermandad.
La Santísima Virgen estrenó su antiguo manto tras la restauración realizada por el taller de las Hermanas Rama, así como el sombrero de filigrana, sobre un paso que nos recuerda a las estampas más antiguas, de 1903, de la Divina Pastora en Santa Marina, con los ángeles coronando sus sienes, sobre el granado, como en tantas procesiones y como en cada septiembre, en el risco. También lució la nueva pellica rematada con encaje regalo de Casa Rodríguez, los pendientes, el ramillete del pelo y el de la mano del cayado, y el broche de su cintura.
Se visitaron a las hermanas agustinas de San Leandro, al templo de San Ildefonso con sus dos hermandades y a la hermandad de Santa Cruz, antes de entrar a las 22,15 horas, en una entrada complicada por las dimensiones de la puerta, en el convento de la Encarnación.
La Banda de música de Coria del Río fue la encargada de acompañar musicalmente a la Divina Pastora.
Fotos: Juan Alberto García Acevedo.