A Dios por María. Antonio Sánchez Carrasco

El pasado sábado el centro de Sevilla era como un libro de aquellos que abrías la doble página y tenías que encontrar a Wally. La regata Sevilla-Betis, una marcha de patinadores, la feria de los belenes, sevillistas que hacían tiempo para ir a ver a su equipo, gente que paseaba, guiris en bicicleta como el inicio de verano azul, guiris en grupo con una guía delante con el palo desplegado al aire, guiris haciendo cola en los bares para comer, guiris dando vueltas como pollos sin cabeza...y más guiris, y de postre la Hermandad del Museo volviendo de celebrar los 450 años. Un cumpleaños hermoso en un tiempo en el que ser cofrade no está visto como debería. Y no es que seamos mejor que nadie, es que son nuestros valores de solidaridad y de hacer el bien, los que molestan en una sociedad cada vez más individual, porque también estaban llenos los supermercados de cofrades con petos azules ayudando al banco de alimentos, pocas organizaciones civiles, sindicatos, o partidos políticos se organizan para tal fin. Y el viernes se bendijo la capilla del hospital Virgen del Rocío y como no, hubo voces disonantes que apelaban al artículo 16 de la Constitución y la aconfesionalidad del estado, eso sí, sólo leían esa parte, la que dice que el estado mantendrá acuerdos con las confesiones más numerosas, ya la dejamos para otro día, recuerda que la verdad no te estropee una buena historia. Y el sábado lo cerró el paso del Museo pasando por ese extraño caleidoscopio en el que se ha convertido el centro de la ciudad, y en medio Ella, la Virgen de las Aguas, hermosísima, precediendo al Salvador, siendo corredentora porque muchos cofrades llegamos a Cristo por María, parece que ese culto ha bajado de categoría desde Roma, pero aunque quieras mucho a tu Padre, tú Madre es a la que acudes cuando el cielo se desploma sobre ti, por eso aunque en estos tiempos la iglesia es más de hakunas que de cofradías, con todo respeto al Papa, el sábado el centro de todo era el dolor de la Madre a los pies de su Hijo agonizante y alrededor de todo, ese extraño puzle en el que se ha convertido está ciudad. Así que, a Dios por María, no estaría mal hacerse un Mediatrix como ya llevan algunas hermandades para empezar a reivindicar una forma de vida que cada vez es más atacada. Que tengan una buena semana.

#LosLunesalSol

Foto: Antonio Sánchez Carrasco.