La Hermandad de Araceli visitó el Palacio Arzobispal

Arte Sacro. El pasado miércoles 10 de enero, la Junta de Gobierno de la Hermandad de Ntra. Sra. de Araceli fue recibida por el cardenal arzobispo de Sevilla, con su hermana mayor, Ana María Villalobos, encabezando el grupo.

La Hermandad tenía pendiente el agradecimiento al cardenal Amigo ante la atención prestada a la hermandad y su aceptación como Presidente de la Comisión de Honor del II Encuentro Aracelitano, celebrado como todos saben el domingo 15 de octubre de 2006.

Fray Carlos se interesó por la historia de la hermandad, sus hermanos, actividades e inquietudes, siendo respondido por diferentes miembros de la Junta de Gobierno, no faltando simpáticas anécdotas que aliviaron el tono protocolario del momento.

Acabado el breve encuentro, la Junta de Gobierno tuvo a bien entregar un recuerdo al cardenal Amigo consistente en un marco de mesa con una fotografía de nuestra titular realizado por La Atarazana con texto grafiado por don José Luis Asián Cano en hermoso estilo gótico. Lo recibió el arzobispo con agrado, ya que era la primera fotografía que recibía de dicha imagen e advocación.

Por medio de los representantes de la Hermandad sevillana, la Real Archicofradía de Lucena ha solicitado al Pastor hispalense que les dedique las hermosas palabras que pronunció sobre la localidad lucentina, sus gentes y devociones, junto a una imagen autografiada del mismo, a lo cual accedió gustoso: “A lo que me pida Lucena no puedo negarme”. Cuando esté preparado dicho material, será convenientemente enmarcado y colocado en el Museo de la Casa de la Virgen regentado por la Real Archicofradía donde constará a partir de ahora tan hermosas palabras, calificadas por Pedro del Espino, hermano mayor lucentino, en la jornada del Encuentro “uno de las hermosas vivencias que recuerda como aracelitano y responsable de su Hermandad”.

Cuando estaba a punto de terminar la audiencia, le fue solicitada al Cardenal Amigo su presencia en una fotografía del grupo aracelitano, a lo  cual accedió de muy buen grado, quedando así el recuerdo de nuestra visita para posteriores fechas. La foto se hizo usando como fondo el magnífico retablo de la capilla privada del cardenal, presidido el mismo por la imagen mariana del Divino Amor, cuya belleza y originalidad fue alabada por los presentes.

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