La tarea de tallar un retablo "andante" al Cristo de la Sangre. José Luis Martínez. Diario de Sevilla
Desde un principio, y a la hora de evaluar la línea del nuevo retablo, los hermanos Caballero lo han tenido claro: "Cuando concebimos este retablo pensamos en que el Cristo de la Sangre debía de ser el protagonista principal y, aunque la altura es importante, la talla debía resaltar en el interior del retablo", precisó Manuel Caballero. El retablo está compuesto por dos columnas formadas por una zona central salomónica, que se anteponen a otras dos columnas de la parte trasera. Para este carpintero, una de las zonas que no se debe pasar por alto a la hora de fijarse en la obra es la de "las dos pilastras que sujetan el cuerpo central, en el que las volutas confieren a todo el conjunto una sensación de monumentalidad, rematándose con una cartela con el escudo de los donantes de sangre y, justo en el medio, el de la hermandad. Dentro del mismo se puede apreciar una cúpula para dar amplitud a la imagen del Cristo de la Sangre".
El hermano mayor de San Benito, Manuel Bermudo Parra, tiene claro que la obra estará terminada "cuando lo tenga que estar, porque tenemos claro que en este gran proyecto no vamos a tener ninguna. Esperamos que para el mes de agosto esté concluida la azulejería y, a partir de ahí, cuando los hermanos Caballero quieran".
Con respecto a la labor del dorado del retablo, Bermudo dejó claro que "hay que esperar a que esté concluida la talla al completo, ya que los doradores quieren ver la obra terminada para saber si pueden acometer el dorado".
Bermudo Parra se refiere a este proyecto como la creación de un "altar andante", ya que "muchas veces se ha afirmado, por parte de los periodistas, que el paso del Cristo de la Sangre es así, como un retablo andante. Ahora hemos conseguido que ese retablo también esté en nuestra iglesia".